Hermandad
del Santo Cristo de la Universidad, Nuestra
Señora de la Presentación y Santo Tomás de Aquino
Cordoba
Datos
Históricos
La
más joven de las hermandades de penitencia pertenecientes a la
Agrupación, tuvo su origen en 1989. Fue fundada por un grupo de
estudiantes, en su mayoría de Derecho y antiguos alumnos maristas
del Colegio Cervantes. Fue gran impulsor de la idea el hermano José
Cabello Carrasco. Los gestores comprometieron a gran número de
profesores y alumnos, de modo que la idea tomó cuerpo con celeridad,
apoyada igualmente por la autoridad universitaria.
El
primer título que tuvo la corporación fue el de Piadosa y Muy
Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santo Cristo de las
Almas, María Santísima del Perdón y Santo Tomás de Aquino. En
enero de 1990 el Obispo de la Diócesis, D. José Antonio Infantes
Florido, confirma como hermano mayor al fundador, Francisco Javier
Beltrán Guzmán, estudiante de Derecho, y en diciembre del mismo año
le otorga los Estatutos ad experimentum. Ahora se titula Piadosa y
Muy Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía
Universitaria de Nazarenos del Santísimo Cristo de las Almas,
Nuestra Señora de la Presentación y Santo Tomás de Aquino.
Se
elige por sede canónica la iglesia de San Pedro de Alcántara,
perteneciente al antiguo convento de alcantarinos, entonces cedida a
la congregación de Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino
Pastor. Fue decisivo para la elección el hecho de hallarse frontera
la iglesia al viejo Hospital del Cardenal Salazar, que alojaba a la
Facultad de Filosofía y Letras y al Colegio Universitario de
Derecho, y la inestimable colaboración de la congregación de
religiosas franciscanas.
En
esta iglesia fue bendecida el 9 de junio de 1990 la imagen titular de
Nuestra Señora de la Presentación, realizada por Miguel Ángel
González Jurado. Presidió la ceremonia D. Miguel Castillejo
Gorraiz, Canónigo Penitenciario de la Santa Iglesia Catedral y
fueron padrinos de la bendición D. Miguel Rodríguez-Pantoja
Márquez, Vicerrector de Extensión Universitaria y Relaciones
Sociales de la Universidad de Córdoba, y la Hermana Benjamina,
priora de la comunidad conventual de franciscanas. Nuestra Señora
quedó a la veneración en el antiguo camarín de la Virgen de los
Dolores, en la capilla del brazo derecho del crucero de la iglesia,
que ha sido desde entonces la capilla de la Hermandad.
En
aquellos primeros años la Hermandad se desarrolló con juvenil
vitalidad. Se asentaron las relaciones con el Rectorado de la
Universidad y con la Delegación de Pastoral Universitaria. Se fijan
los cultos, dedicados especialmente al Santísimo Sacramento y a la
Inmaculada Concepción. En 1992 la Hermandad participa
corporativamente en la procesión del Corpus. Se crean lazos
fraternales con la Hermandad del Santo Sepulcro de Córdoba y con la
del Calvario de Sevilla. Se realiza el estandarte, obra destacada de
Francisco Pérez Artés. Los hermanos se entusiasman con el encargo
del Santo Cristo, concertado también con Miguel Ángel González
Jurado. Muy pronto surgió la idea de que debía tener factura
tradicional, pero físico inspirado en el Hombre de la Sábana Santa.
Tan
hermosos proyectos sufrieron un colapso en 1993, a causa de la muerte
en accidente de circulación del fundador y primer hermano mayor
Francisco Javier Beltrán. Las difíciles circunstancias originan la
primera crisis de la Hermandad, que se resolverá con la
reorganización de 1996. La nueva Junta Gestora estaría presidida
por Manuel Vilches Morales.
Se
renueva el boletín Gaudeamus, se mantienen los cultos y una
delegación de la Hermandad, con túnica, estandarte y varas, sale en
la procesión del Santo Sepulcro. Se designa asesor artístico al
hermano Alberto Villar Movellán, catedrático de Historia del Arte
de la Facultad de Filosofía y Letras y se redactan nuevos Estatutos,
pero el nuevo obispo diocesano, D. Francisco Javier Martínez
Hernández, los deja sobre la mesa. A la espera de la aprobación
definitiva, la Hermandad refuerza las acciones de caridad,
colaborando con el Banco de Alimentos, y la relación con la
Delegación Diocesana de Pastoral Universitaria, entonces dirigida
por D. Joaquín Pérez Hernández. Fruto de ésta fue la
participación de la Hermandad en el Congreso Universitario UNIV 97
en Roma. Sin embargo, la marcha de Manuel Vilches a la Universidad de
Navarra y la desilusión ante la evidencia de que los Estatutos no
iban a ser aprobados, sumieron a la corporación en nueva crisis
profunda, cercana a la desaparición.
Ante
la angustiosa situación, un grupo de profesores de la Facultad de
Filosofía y Letras, entre los que se hallaban algunos hermanos que
habían participado en la fundación, se unieron en el año 2000 para
mantener el culto a Nuestra Señora y evitar la muerte de la
asociación. Se elige hermano mayor al catedrático D. Miguel
Rodríguez-Pantoja Márquez y se aprueban en ese mismo año las
nuevas Reglas, adaptadas al Estatuto Marco para Hermandades y
Cofradías. La institución pasa a denominarse Hermandad del Santo
Cristo de la Universidad, Nuestra Señora de la Presentación y Santo
Tomás de Aquino. Siempre bajo la dirección espiritual de la
Delegación de Pastoral Universitaria y a pesar de la negativa
diocesana de erigir canónicamente la Hermandad, la Junta de Gobierno
se mantuvo fiel a la idea de conseguir algún día, con la gracia de
Dios, que tuviera una Hermandad Universitaria el único distrito
universitario de Andalucía que faltaba por tenerla.
En
esta etapa difícil y oscura, a causa sobre todo de la secularización
de los tiempos, la Hermandad ha trabajado por la fijación y dignidad
de los cultos internos y por la incorporación de nuevos hermanos. Ha
sido decisivo para la historia de la Hermandad el apoyo del
Consiliario, D. Bartolomé Menor Borrego, párroco del Sagrario de la
Santa Iglesia Catedral, que desde el primer momento acogió a los
hermanos como una asociación más dentro de la pastoral parroquial,
atendiendo ejemplarmente a las necesidades espirituales de la
Hermandad Universitaria.
En
2003 tiene lugar la llegada a la Diócesis de Córdoba del Obispo D.
Juan José Asenjo Pelegrina. Cambio providencial cargado de
esperanza. El nuevo Secretariado Diocesano de Pastoral Universitaria,
primero bajo la dirección de D. José Almedina Polonio y luego con
la de D. Antonio J. Reyes Guerrero constituiría el soporte maestro
de la deseada erección canónica. En 2005 se produce la
incorporación de un activo grupo de jóvenes estudiantes que aporta
el fermento necesario. En octubre de 2006, en el solemne cierre de
una inolvidable peregrinación a Guadalupe, monseñor Asenjo
Pelegrina anunció la próxima erección canónica de la Hermandad
Universitaria, que rubricó en efecto el 27 de noviembre del mismo
año, junto con la aprobación de las Reglas y la confirmación como
hermano mayor de Miguel Rodríguez-Pantoja Márquez.
Según
prescriben las Reglas, la Hermandad realiza su estación de
penitencia en la noche del Jueves de Pasión, en silencio, con la
imagen de Nuestra Señora de la Presentación. En 2007 tuvo lugar su
primera salida, llevada en andas, y en 2008 la segunda, en paso de
costaleros, dirigidos por el hermano Enrique Garrido. En 2007 la
Asamblea General acordó encargar la imagen titular del Santo Cristo
a Juan Manuel Miñarro López, profesor titular de Escultura de la
Universidad de Sevilla, dados sus conocimientos y experiencia en el
estudio del Hombre de la Sábana Santa.
En
colaboración con la Universidad de Córdoba, organizó la Hermandad
el curso La Sábana Santa de Turín y el Santo Sudario de Oviedo,
desde la Historia, la Ciencia y el Arte, que se celebró en la
Facultad de Filosofía y Letras del 13 al 15 de noviembre de 2008. El
curso pretendía explicar a los hermanos y a la sociedad en general
el sentido que tenía haber encargado una imagen basada en el Hombre
de la Sábana Santa. A él asistieron eminentes investigadores de la
Síndone, entre ellos el P. Carreira, Felipe Montero, responsable de
investigación del Sudario de Oviedo, Nello Balossino, vicedirector
del Centro Internacional de Sindonología de Turín, Jorge-Manuel
Rodríguez Almenar, director del Centro Español de Sindonología,
además del propio escultor, Juan Manuel Miñarro. Los resultados de
este curso se publicaron en un libro, editado por el Servicio de
Publicaciones de la UCO y el Grupo de Investigación ARCA, que vio la
luz en 2011.
El
13 de marzo de 2010 queda registrada como la fecha histórica en que
Monseñor D. Juan José Asenjo Pelegrina, arzobispo de Sevilla y
administrador apostólico de Córdoba, bendijo la sagrada efigie del
Santo Cristo de la Universidad en la iglesia de San Pedro de
Alcántara. Fue el último acto que Monseñor Asenjo realizó como
administrador de la diócesis cordobesa. La Santa Misa de acción de
gracias fue oficiada por el vicario general de la Diócesis, D.
Fernando Cruz-Conde y Suárez de Tangil. Aprovechando el impacto
causado por la impresionante talla de Miñarro, la Hermandad ofreció
durante el mes de junio en el Círculo de la Amistad una exposición
explicativa de la génesis de la imagen, bajo el título El Santo
Cristo de la Universidad, Hombre de la Síndone, que fue acompañada
por un ciclo de conferencias.
En
este año de 2010 la Hermandad hizo con la Virgen de la Presentación
su última estación de penitencia a la iglesia de Santa Victoria. A
partir del Jueves de Pasión de 2011 se incorpora el Santo Cristo de
la Universidad y la Hermandad hace estación en su parroquia, El
Sagrario de la Santa Iglesia Catedral.
Dos
años y un día después de la bendición del Santo Cristo, el 14 de
marzo de 2012, el obispo D. Demetrio Fernández González decretó
la salida de la Hermandad de la iglesia de San Pedro de Alcántara,
donde estaba erigida desde su fundación por el obispo D. José
Antonio Infantes Florido y confirmada canónicamente por Monseñor D.
Juan José Asenjo Pelegrina, para destinar el templo alcantarino al
uso exclusivo del seminario Redemptoris Mater. Después de una
angustiosa búsqueda de sede, en plazo perentorio, que terminaba en
Semana Santa, la Hermandad acabó refugiándose en la iglesia del
Juramento de San Rafael, gracias a las facilidades que brindaba su
nuevo rector, el Ilmo. Sr. D. Fernando Cruz-Conde y Suárez de
Tangil, canónigo arcediano del Cabildo de la S. I. C. de Córdoba.
La
Hermandad realizó el traslado el mismo día de la salida
procesional, Jueves de Pasión, 29 de marzo de 2012, partiendo de San
Pedro de Alcántara para realizar su entrada en el Juramento de San
Rafael, en la madrugada del Viernes de Dolores. El barrio acogió con
extraordinaria hospitalidad y cariño a la nueva Hermandad, paliando
el desarraigo de su parroquia del Sagrario y el alejamiento del
centro universitario que la había visto nacer y al que debía su
existencia, el viejo Hospital del Cardenal Salazar, sede antes del
Colegio Universitario de Derecho, en el que estudiaban sus fundadores
y ahora de la Facultad de Filosofía y Letras, base de la pervivencia
de la Hermandad en los peores momentos de su joven existencia.
Imágenes
Santo
Cristo de la Universidad.
Bendecido
el 13 de marzo de 2010 por S.E.R. Monseñor Juan José Asenjo
Pelegrina, Arzobispo de Sevilla. Obra del profesor Juan Manuel
Miñarro López, Director del Departamento de Escultura de la
Universidad de Sevilla.
Nuestra
Señora de la Presentación
Bendecida
el 9 de junio de 1990 por el I. S. D. Miguel Castillejo Gorráiz,
Canónigo Penitenciario de la S.I. Catedral de Córdoba, Presidente
del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba. Obra del imaginero
Miguel Ángel González Jurado.
Estación
de Penitencia: Jueves de Pasión
Enlace:
Hermandad
Universitaria
Su
Templo
Iglesia
del Juramento de San Rafael
La
Iglesia del Juramento de San Rafael se levanta en el lugar donde San
Rafael se apareció al padre Roelas en 1578 jurándole custodiar la
ciudad.
A
fines del Siglo XVIII se abre una suscripción popular para financiar
las obras del templo proyectado por Vicente López para finalmente
consagrarse en 1806.
Ejemplo
de gran originalidad por combinar un espacio longitudinal y circular,
presenta la última fachada de estilo neoclasicista que se erige en
Córdoba. Alberga a su vez, obras de gran calidad como la imagen del
Arcángel realizada en 1735 y lienzos del pintor y biógrafo cordobés
Antonio Acisclo Palomino del Siglo XVIII.
El
interior de la iglesia se divide tres naves mediante arcos de medio
punto doblados, que cargan sobre grandes pilares de sección
cuadrangular. El crucero se corona con bóveda de cañón. En el
altar mayor, un baldaquino alberga la imagen del titular.
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