viernes, 13 de enero de 2012

La Sangre, Málaga


Pontificia, Real, Muy Ilustre y Venerable Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre, María Santísima de Consolación y Lágrimas, y del Santo Sudario


Málaga



datos historicos


Sus orígenes están en 1507, siendo, posiblemente, la cofradía más antigua de la ciudad. En 1921 se le concedió el título de Real, además de la aceptación por los Reyes de España, de los nombramientos como Hermano Mayor Honorario y Camarera de Honor. En 1922, por obra del Hermano Mayor Antonio Baena, el infante Jaime de Borbón entrega a la Archicofradía el Pendón de Castilla. Con los sucesos de 1931 se perdió gran parte del patrimonio, incluyendo diversas tallas del escultor Francisco Marcos Díaz-Pintado, salvándose la Virgen de Consolación y Lágrimas por no encontrarse en la desaparecida iglesia de la Merced. En el año 1940, comienza su reorganización que llega a su esplendor con la construcción de la casa hermandad en 1990. El Cristo de la Sangre es venerado desde el siglo XVI hasta 1931, la talla de un Crucificado, de autor anónimo, concebido con la cabeza desplomada hacia la derecha, coronado de espinas, faldellín de tejido y fijado a la cruz con tres calvos, con el pie derecho montado sobre el izquierdo.

Se desconoce exactamente su ejecución, pero por sus características se le sitúa en el siglo XV. El titular de la Sangre fue destruido en 1931 en la iglesia de la Merced, y con él, gran parte del patrimonio histórico-artístico, lo que demoró su reorganización. Antonio Baena, su hermano mayor desde 1920, fue asesinado durante la guerra civil española. La nueva etapa se inició en 1940, y al año siguiente, ya se hizo realidad la talla del actual Cristo. En 1963, Pérez Hidalgo talló el grupo de Longinos a caballo y el auriga, sustituido por el que procesiona en la actualidad. En 1991 se celebró el cincuentenario de la bendición de la actual imagen obra de Francisco Palma Burgos (Málaga,1918 - Úbeda,1985) siendo el acto central de la efemérides el Pregón del Cincuentenario, pronunciado por el archicofrade Adolfo de Clemente Martínez quien fuera presentado por Alberto Jiménez Herrera (pregonero de la Semana Santa de Málaga en ese mismo año), el acto tuvo lugar en la parroquial de la Santa Cruz y San Felipe de Neri de Málaga, sede canónica de la Corporación. Entre los asistente se encontraba el sacerdote y canónigo magistral de la S. I. Catedral de Málaga, Luis Vera Ordaz (Segovia, 1907 - Málaga, 2004) en su calidad de Director Espiritual de la Archicofradía y Párroco de la Santa Cruz y San Felipe de Neri en el año de la bendición de la Imagen. Este sacerdote que sufrió prisión en 1936 por las misma fechas que también fuera preso Antonio Baena Gómez (Málaga, 27.04.1873 - Málaga, 22.08.1936), desveló al pregonero del Cincuentenario en presencia de Ricardo Berrocal Delgado, Hermano Mayor y José Santiago Parragas, Tte. Hermano Mayor las circustancias en que, como sacerdote, escuchó en la cárcel la última confesión de Antonio Baena horas antes de que fuera fusilado el día 22 de agosto de 1936.


imagenes


Sustituye a la anterior imagen, de autor anónimo aunque fechada aproximadamente en el segundo tercio del Siglo XVI, que desgraciadamente se perdió en los sucesos del saqueo y quema de Iglesias y Conventos ocurridos en Málaga en Mayo de 1931, solo se pudo recuperar de la misma, un trozo de la rodilla que hoy día se guarda como reliquia en la Casa-Hermandad.
El Santísimo Cristo de la Sangre, es un crucificado realizado por el escultor malagueño Francisco Palma Burgos en el año 1941.


Su bendición se llevó a cabo el día 5 de Abril de 1941, Sábado de Pasión, en la que será a partir de ese momento su Sede Canónica, la Parroquia de la Santa Cruz y San Felipe Neri, la ceremonia fue oficiada por el Obispo de la Diócesis Don Balbino Santos Olivera y cuatro días más tarde, realizó su primera salida por las calles de Málaga, el día 9 de Abril, Miércoles Santo de 1941.


La imagen, está sujeta al madero por tres clavos y con la cabeza desplomada sobre el pecho; el autor nos presenta una imagen de complexión fuerte, de amplio torso y detallada musculatura.


Los brazos caídos en forma de “Y”, se encuentran asidos a la cruz por la palma de las manos, el paño de pureza, a modo de calzón, se encuentra anudado a su izquierda.


Para lograr una mayor expresión dramática, tiene los ojos y los labios semiabiertos, en una clara búsqueda por llegar a la compasión del devoto; destacando además las cejas arqueadas, pómulos marcados, nariz prominente, bigote y barba poblada.


La inclinación de la cabeza, provoca la caída del flequillo derecho, así como la sangre se derrama por la frente, tronco, espalda y extremidades superiores e inferiores, significándose especialmente la herida del costado derecho al haber sido traspasado por la lanza.


En la actualidad, el titular cristífero se exhibe desprovisto de potencias y corona de espinas. El perizoma o paño de pureza está tallado en madera.


En el año 1993, la imagen, tras el paso de lo años, fue sometida a un proceso de restauración por la restauradora Estrella Arcos Von Haartman.
L a Archicofradía, celebra su onomástica el primer Domingo de Julio, coincidiendo con la celebración de la Preciosísima Sangre de Cristo; así como un Triduo en Cuaresma y una solemne Función Religiosa y posterior Vía-Crucis el Domingo de Pasión.


La imagen del Santísimo de la Sangre, se presenta iconográficamente cada Miércoles Santo en su trono procesional, representando la escena de la Lanzada; formando parte de un grupo de misterio que también lo conforman una Virgen Dolorosa a la derecha, un San Juan Evangelista a la izquierda, y Maria Magdalena arrodillada a los pies de la Cruz, mientras que en una segunda secuencia aparece Longinos a caballo y un sayón sujetando las riendas, cerrando la representación María de Cleofás y María Salomé.




Gracias al entusiasmo de D. Antonio Baena Gómez, Hermano Mayor de la Archicofradía en los años veinte, se incorporó a la misma una Dolorosa del Siglo XVIII, atribuida al imaginero malagueño Fernando Ortiz, que por entonces era propiedad del Sr. Baena, habiendo permanecido tras su adquisición en su oratorio particular.


La imagen fue bendecida el Domingo 10 de Marzo de 1929, en el último día del devoto Quinario de Cuaresma que por aquella época se realizaba en honor de Nuestro Padre Jesús de la Sangre, por el entonces Obispo de la Diócesis, D. Manuel González García; atribuyéndose a D. Antonio Baena el nombre de la imagen.


Debido a inclemencias meteorológicas, su primera salida procesional no pudo llevarse a cabo el Miércoles Santo de ese año tal y como estaba previsto, siendo al día siguiente, Jueves Santo, cuando la imagen recorrió las calles malagueñas por vez primera.

Para dicha ocasión, el imaginero antequerano Francisco Palma García, a petición del propio Baena, realizó la primera de las restauraciones que desgraciadamente sufrió la imagen hasta nuestros días, sustituyendo las primitivas manos, con dedos entrelazados, por otras extendidas.


La ilusión de la llegada de la nueva imagen, para la cual se adquirió todo tipo de enseres y accesorios tanto para culto interno como externo, se vio truncada por los desgraciados sucesos de Mayo de 1931, que trajeron consigo la profanación de la imagen, salvándose milagrosamente la cabeza de la misma, pudiendo ser reconstruida por Francisco Palma García en el año 1932, conservando el rostro original; que se caracterizaba por tener los ojos almendrados, nariz recta y boca captada en pleno sollozo, siendo considerada una de las joyas de la imaginería andaluza del momento.


Tras los sucesos de 1931 y la Guerra Civil de 1936, la Archicofradía tiene que volver a renacer de sus cenizas y hasta 1945 no se vuelve a procesionar a la Virgen de Consolación y Lágrimas, quien había sobrevivido a tanto infortunio durante esa época.


Sin embargo, en 1972 se lleva a cabo una restauración, que a la postre sería una transformación en toda regla de la imagen a cargo del imaginero hispalense Luis Alvarez Duarte, quien realiza una serie de cambios en su fisonomía, mucho más acusados en la morfología de sus ojos, pasando de ser una Dolorosa de mirada lánguida y ojos entornados a otra imagen de Dolorosa bella y facciones juveniles, de ojos grandes, mirada al infinito, cejas enarcadas, nariz recta, labios carnosos dejando ver la dentadura gracias a una leve abertura de la boca y un cuello perfectamente anatomizado.


Visto lo cual, pasamos de una imagen que inspiraba recogimiento, dolor y devoción a quien se postraba ante Ella, a otra cuyo nuevo cambio y policromía le confiere una castiza hermosura andaluza.



La Archicofradía de la Sangre, celebra su onomástica el primer Domingo de Septiembre, presidiendo el rezo del Santo Rosario por las calles de su Feligresía en el Mes de Octubre.


La Virgen de María Santísima de Consolación y Lágrimas, es una imagen de candelero, su cuerpo se compone de una devanadera y un torso de madera, en donde solo tiene tallada la cabeza y las manos, siendo una imagen de vestir, siguiendo los cánones de las vírgenes andaluzas.


Y es esta nueva Imagen la que cada Miércoles Santo, sobre un trono de madera dorado y bajo un palio bordado en hilo de oro que alterna malla y terciopelo de color malva, va consolando y derramando lágrimas por las calles malagueñas, cobijando bajo su manto de terciopelo color cardenal, e igualmente bordado en oro, a todos aquellos que busquen refugio y consuelo en Ella.


pasos procesionales


El actual, es obra del artista malagueño Rafael Ruiz Liébana, quien lo realiza entre los años 1995-1996; en él, intenta recrear y tomar detalles de los dos tronos anteriores que tuvo nuestro Señor; la forma y diseño del cajillo recuerda al que tallara en 1925 el tallista granadino Luis de Vicente, mientras que los hachones o blandones, rememoran al que realizara Francisco Palma Burgos en 1944. Bajo un estilo barroco, se realiza este trono de madera tallada, dorada y policromada, retomando con ello valores que tanta influencia tuvieron en décadas pasadas, cuando la estética andaluza imperante en Málaga procedía de la escuela granadina.



El trono parte de un moldurón, tallado con motivos vegetales de donde parte un cajillo de forma rectangular, donde predomino la rectitud y la talla como elementos más sobresalientes de la obra, siendo la exuberante y frondosa decoración el punto atrayente del mismo,


La división estructural se localiza en las cartelas centrales, escoltadas por paneles con escenas de relieve, estando incrustados en el propio cajillo, guardando la verticalidad del conjunto sin concesiones a otro tipo de volumetrías. Esta horizontalidad se rompe un poco con las cuatro voluminosas esquinas, de donde arrancan cuatro artísticos hachones, situados en las esquinas del trono y como punto de luz referente del mismo. Se culmina el cajillo con una nueva moldura tallada, con sucesiones de flores, mientras que una crestería o pequeños brazos tallados, dan continuidad a las esquinas dándole forma triangular y actuando de soporte de los blandones, aportando a cada lado de éstos un punto de luz a base de tulipas.


Hombres de trono: 220


Trono de la virgen, realizado por Pedro Pérez Hidalgo (1953-54) en madera tallada y dorada. Esculturas Laterales: Téllez de Rivera ( Málaga, 1982 ). Cajillo y Arbotantes: Restauraciones por Rafael Ruiz Liébana (1982 ). Manto obra de las MM. Adoratrices (Málaga, 1929). Palio obra de Esperanza Elena Caro (1947). Trono de traslado Virgen: Talleres Hermanos Martos (2004) 

Hombres de trono: 220  





Hábito Procesional


Las túnicas son En la sección del Cristo, túnica de terciopelo rojo y capirotes de raso del mismo color; en la Virgen, túnica de terciopelo morado y capirotes de raso del mismo color. Cirios rojos en la sección del Cristo y malvas en la sección de la Virgen.


estación de penitencia: miercoles santo

casa hermandad: c/ dos aceras, 10 - málaga

enlace: la sangre


Su Templo

Parroquia de Santa Cruz y San Felipe Neri.


El origen está en las dos capillas que inicialmente el Conde de Buenavista edificó entre 1720-1730, donde estaba la ermita de San Felipe, al lado de su casa palacio de la calle Gaona. Se abrió al culto en 1785 y posteriormente acogería a los Filipenses por primera vez en esta ciudad, ya que la capilla estaba dedicada a San Felipe y San Francisco de Sales, erigiéndose en parroquia en 1841.

 El proyecto era del arquitecto Ventura Rodríguez ,con fachada de diseño clásico con portada en dos cuerpos entre dos torres salientes. Las portadas laterales, tienen las formas de finales del siglo XVIII. La primitiva capilla en su exterior tiene los muros esgrafiados con decoración geométrica entrelazados en rojo y ocre que es usual en el primer cuarto del siglo XVIII. En el presbiterio hay un baldaquino de corte neoclásico, realizado en 1795 en mármoles policromos y madera, atribuido a José Martín de Aldehuela. Sobre el balcón del Coro, un escudo de la orden de los filipenses es el único resto de la caja del órgano que realizó Martín de Aldehuela. La capilla central la ocupa el retablo de la Orden Tercera de Siervos de María, realizado en el siglo XX, talla dorada del siglo XVIII.


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