jueves, 27 de octubre de 2011

San Isidoro, Sevilla




Antigua e Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento, María Stma. de las Nieves y Ánimas Benditas del Purgatorio y Pontificia y Real Archicofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, Nuestra Señora de Loreto y Señor San Isidoro.


Sevilla



datos historicos:



La actual cofradía cuyo título completo es "Antigua e Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Pontificia y Real Archicofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, Nuestra Señora de Loreto y Señor San Isidoro" es el resultado de la unión mediante Concordia otorgada en 1.975 de dos antiguas corporaciones existentes en el templo de S. Isidoro.
La primera de ellas, conocida de antiguo como la Hermandad Sacramental de San Isidoro es a su vez producto de la fusión de otras dos, denominadas: Ilustres y Antiguas Cofradías Unidas del Santísimo Sacramento, María Santísima de las Nieves y Animas Benditas del Purgatorio, aprobándose sus Ordenanzas por el Real y Supremo Consejo de Castilla en 26 de mayo de 1788.De un lado nos encontramos pues, en su origen primigenio y derivada de la consideración Parroquial del templo donde se erigió, la primitiva Hermandad Sacramental, cuya fundación data de 1526, por la dama toledana Dª. Teresa Henríquez de Cárdenas, cuyo celo infatigable en la devoción eucarística le valió el sobrenombre de "La Loca del Sacramento". A la misma, se agregaría en razón de la coincidencia del doble carácter de muchos de sus hermanos, la Hermandad de las Ánimas Benditas, fundada en 1.528.
La Hermandad sacramental goza de un exquisito patrimonio artístico tanto en objetos de culto (Custodia de asiento, Guión, estandarte, cálices, copones, etc...) así como en obras de arte pictóricas o escultóricas, entre las que brilla con luz propio el barroquísimo retablo de su Capilla, atribuido a Jerónimo Balbás y Duque Cornejo, considerado la mejor pieza de su género, de las existentes en la ciudad hispalense.
De otro lado, figura la Hermandad penitencial de las Tres Caídas cuyos orígenes históricos tenemos que buscarlos casi con toda certeza en el convento de San Benito de la Calzada a comienzos del siglo XVII. Corre el año de 1605 cuando un grupo de fieles sevillanos se acoge bajo las advocaciones de las Tres Humillaciones y Madre de Dios del Arco con el fin de fomentar las obras de caridad en nuestra ciudad. De aquí pasa en poco tiempo a la iglesia de San Roque donde se pone bajo el patronazgo del gremio de "los fieles montados de las casas grandes", convirtiéndose así en una de las tantas hermandades gremiales que florecieron durante la decimoséptima centuria. Viendo la Hermandad de los Cocheros su pronto crecimiento, en 1632 asumió la necesidad de adquirir una imagen titular que correspondiera iconográficamente al titulo de las Tres Humillaciones. Pedro Nieto Montañés fue el encargado de llevar a cabo la hechura de la primera imagen que veneraran los Cocheros, en pasta de madera, y con la túnica pintada de púrpura, costando el trabajo 600 reales.
En 1638, la Hermandad vive un nuevo traslado de templo, esta vez a la iglesia de Santiago, donde una serie de circunstancias marcarían el devenir histórico de la corporación. Con el cambio de sede de 1638, la imagen del Señor comienza a arraigar fuertemente en la devoción popular de la feligresía de Santiago, suponiendo su culto una fuente de ingresos no solo para las necesidades y fines para los que estaba destinada la hermandad de los Cocheros, sino que además la propia Parroquia participaba abiertamente de los beneficios. Este hecho marcó profundamente la decisión de la Hermandad de trasladarse a la iglesia de San Isidoro en 1668, por problemas con el párroco. Este, viendo como su templo se quedaba sin tan devota imagen, la sujetó a la reja de la capilla que ocupaba mediante unas cadenas, impidiendo el traslado de la misma junto con la hermandad a su nueva sede, que a la postre sería la definitiva.
El hecho narrado junto al mal estado en que se encontraba la que se quedó en Santiago, fue el que provoco la decisión de la junta de encargar la hechura de una nueva imagen de Nuestro Señor al escultor Alonso Martínez por el precio de 1550 reales, en el mismo año de 1668. Alonso Martínez muere poco después, siendo opinable que llevara a cabo su último encargo, aunque la mención en su testamento de unas cantidades que debía cobrar de la hermandad por la talla que hizo, parece abonar la tesis de la conclusión total de la imagen. En 1687 se concierta con el escultor Francisco Antonio Gijón la hechura de un paso completo con el Señor caído en tierra y Simón de Cirene, aunque documentalmente solo consta como obras ejecutadas dichas andas (desaparecidas durante al invasión francesa) y la imagen de Simón Cirineo. La desaparición de las andas de Gijón, afortunadamente no fue total. En el año 2009, se decide bajar una pareja de ángeles que se encontraban a gran altura en el ático del Altar de las Cofradía, vislumbrándose desde ese mismo instante su indiscutible calidad. El profesor Roda Peña los atribuyó de inmediato a la mano de Francisco Antonio Gijón, afirmando su procedencia del desaparecido paso ejecutado por el maestro utrerano.
El traslado a la Parroquia de San Isidoro, significó para la Hermandad el comienza una época dorada donde creció en devoción y patrimonio, obteniendo en 1717, la propiedad de la Capilla que hasta hoy ocupa.

Durante todo el siglo XVIII continúa la labor de engrandecimiento de la Hermandad. Es en esta época, donde pierde por Orden del Consejo de Castilla, no sin abierta resistencia por parte de los cocheros, el carácter gremial que, hasta entonces poseía. Curiosamente, son ahora los señores de aquellos cocheros los que se hacen con el gobierno y dirección de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, que ha cambiado la titularidad dolorosa de Madre de Dios del Arco, por la advocación de origen ítalo de Nuestra Señora de Loreto. Posiblemente con el cambio de titulo viniera también el cambio de talla, que seria ejecutada en el año 1711, según consta en el Libro de caja, por los pagos hechos al "maestro que hizo la Virgen", sin que aparezca la autoría. Fue sin duda el XVIII, un siglo de esplendor por que es más que probable que en esa época -en la que la Estación Penitencial anual dependía exclusivamente de los recursos económicos propios- fuera la cofradía sevillana que salió consecutivamente durante mas años, lo que da idea del florecimiento de la Hermandad en dicha centuria.

No ocurriría lo mismo en el siguiente siglo XIX. La invasión napoleónica supone la desaparición del paso tallado por Ruiz Gijón, si bien la Hermandad consigue salvar las imágenes. Al renacimiento de la hermandad tras la Guerra de la Indepenmdencia contribuyó de manera altamente significativa, ell celo de un gran Hermano Mayor, D. En 1850 ingresaron como hermanas la reina regente Maria Cristina y su hija, la futura Isabel II. También fueron significados hermanos en esta época, los Duques de Montpensier.
Vestía los nazarenos por entonces, túnica y antifaz de merino blanco con capa morada. En 1872 el habito nazareno, del que se conservan algunos testimonios fotográficos, fue sustituido por túnica y antifaz negros con capa de russel del mismo color.
Llegado nuestro siglo, en 1902, la cofradía adopta el hábito nazareno actual En 1920 S.S. Benedicto XV nombra a la Santísima Virgen en su advocación de Loreto patrona de la Aviación Mundial, confirmándose en España poco después. En 1926 el vuelo trasatlántico del Plus Ultra entre Palos de Moguer y Buenos Aires (pilotado por Ramón Franco, Pablo Rada y Julio Ruiz de Alda) fue el desencadenante de un feliz acontecimiento: la donación a la Virgen de la silueta en oro del hidroavión "Plus Ultra", donada por la dama argentina Dª. María Gonzalo Cabot, que desde entonces porta en su mano. Nuestra Señora de Loreto fue el punto de mira hacia donde fueron todas las muestras de agradecimiento por tan venturoso vuelo. Fue en ese mismo año cuando la Virgen en su advocaci6n de Loreto fue nombrada patrona de la Aviación Española. Desde entonces nuestra Hermandad esta profundamente vinculada con el Ejercito del Aire, y este con su Patrona, a la que ha ofrendado en numerosas ocasiones diferentes enseres de use personal de la Santísima Virgen como reconocimiento de su patronazgo (Corona de salida, emblemas ...).

Imágenes:


Jesus de las tres caidas, es Imagen del último cuarto del siglo XVII que sustituyó al primitivo titular realizado en pasta de madera de Pedro Nieto. Consta el encargo de una talla de Nuestro Señor a Alonso Martínez, discípulo de Martínez Montañés, aunque el repentino fallecimiento del escultor el mismo año del encargo (1688) hace poco probable el hecho de que este se llevara a cabo.

Es una talla en madera para vestir de 1'15 m, que representa el momento en que Jesús cae por tercera vez en su camino hacia la cruz. Porta el Señor la cruz sobre su hombro izquierdo, mientras aguanta el embate propio de la caída con el brazo derecho sobre un montículo rocoso.

En 1929 Francisco Marcos realiza un cuerpo en sustitución del antiguo candelero; y ya en 1974 José Rivera García realiza sobre la Imagen una labor de limpieza donde salio a la luz la primitiva policromía, eliminando los repintes que la ocultaban.


la virgen es Imagen de candelero para vestir de autor anónimo, ejecutada en madera policromada.
Representa a la Virgen Maria en sus Misterios Dolorosos, carácter que denotan las lagrimas del rostro (dos en cada mejilla) y los atributos que porta (pañuelo y puñal).
La Imagen fue restaurada por Sebastián Santos Rojas en el año 1955, que cambio sustancialmente la inclinación del rostro (de izquierda al frente) además de la policromía. Es la imagen virginal de clásica sevillanía en la intimidad de su dolorida expresión. Tanto rostro como manos se encuentran imbuidos de una gran dulzura y serenidad, muy lejos de presupuestos artísticos anteriores de imágenes de sufrimiento. El rostro de la Virgen de Loreto es reflejo de un dolor suave y preciso,que no desvirtúa las facciones. Mide 1'61 m.



pasos procesionales:


Corresponde la talla y dorado del paso del Señor (excepto los candelabros de guardabrisa) al ingenio y buen hacer del fallecido Francisco Ruiz Rodríguez, hermano de las Tres Caídas y más conocido como "Currito el Dorador". Tanto canastilla como respiraderos se componen formalmente a base de una decoración sumamente menuda y abigarrada de formas rocalla, formando dos niveles distintos con un mismo motivo decorativo. El nivel superior, la propia canastilla, se completa con ocho cartelas ovales (dispuestas en las esquinas, delantera, trasera y cada uno de los costeros) con escenas del Nuevo Testamento referentes a Milagros del Señor, obra de Rafael Rodríguez de Blas. Estas cartelas representan Las Bodas de Cana, La Curación del Leproso y del Criado del Centurión, La piscina Probática, el Ciego de Nacimiento, la Resurrección de Lázaro, La multiplicación de los panes, La Pesca milagrosa y La Transfiguración. Se estreno tan singular conjunto el Viernes Santo día 11 de Abril de 1941, manteniendo los singulares candelabros llamados "de palma" por su peculiar forma, en madera tallada y dorada, los mas antiguos que procesionan en la Semana Santa y que proceden del antiguo paso boy desaparecido. Se completa el paso con la presencia de doce querubines en madera policromada del siglo XVIII.


en 1930 se estrena el palio, bordado en oro sobre tisú del mismo metal precioso color azul-grisáceo. Es obra de las hermanas Amelia y Pilar Granado siguiendo el diseño que trazara Francisco Ruiz, inspirado en un tapiz persa expuesto en el Pabell6n de Arte Antiguo de la Exposici6n Iberoamericana de 1929. Las caídas presentaban un curioso perfil ondulado terminado en puntas que se mantiene hasta 1967, momento en que se decide convertir el palio en modelo "de cajón", aprovechando el pasado del bordado a nuevo tisú. El conjunto de bordados se completa en 1931 con el estreno del suntuoso manto de salida de la Santísima Virgen, a juego con el palio, y realizado asimismo por las hermanas Granado siguiendo de nuevo un diseño de Francisco Ruiz.


Hábito Procesional:


tunicas negras de cola, cinturón de esparto y calzado negro.


estación de penitencia: viernes santo



Su Templo:

Parroquia de San Isidoro.



De estilo mudéjar fue construida en el siglo XIV sobre una antigua mezquita árabe aunque sufrió reformas en el crucero y capillas colaterales en el siglo XVI por Vermondo Resta. Es sede de laHermandad de San Isidoro.
Templo formado por tres naves con crucero, presbiterio, coro a los pies y capillas colaterales. Las naves son sostenidas por pilares cuadrangulares que sujetan arcos de medio punto, se cubren con estructura de madera y el crucero con cúpula sobre pechinas. El presbiterio, brazos del crucero y capillas con bóveda de cañón. La capilla de la Hermandad de las Tres Caídas se cubre con cúpula ovalada con linterna y la capilla de Ntra. Sra. de la Salud con cúpula mudéjar sobre trompas.
La bóveda del presbiterio está decorada con pinturas murales con escenas apoteósicas a San Fernando y San Hermenegildo (1752).
El templo posee tres portadas. La portada de los pies es de estilo mudéjar realizada encantería con arco doble con alfiz. La portada del lado del evangelio es del siglo XVIII y está adintelada y enmarcada por pilastras con entablamento decorado. La portada del lado de la epístola está abocinada y lleva arquivolta sobre baquetones y moldura que enmarca todo el conjunto y sobre el vértice superior estrella de seis puntas.
La torre es de estilo barroco del siglo XVIII y consta de dos cuerpos. El inferior posee panel cerámico con la efigie de "San Isidoro" en el centro, y medallones de "San Leandro" y "Santa Justa" en los laterales. El superior formado por arco de medio punto, pilastras, chapitel y cruz forjada.
El retablo mayor situado en el presbiterio es obra de Felipe del Castillo (1752) y se encuentra presidido por el lienzo “Transito de San Isidoro”, obra de Juan de Róelas (1613), acompañado por esculturas de "San Pedro" y "San Pablo" realizadas por Felipe del Castillo. En el ático el “Padre Eterno” rodeado de ángeles músicos.
Retablo de “San José”, obra de José Pérez Caballero (1742), se encuentra presidido por imagen titular realizada por José Montes de Oca (1742).
Retablo de “San Juan Nepomuceno”, situado en la capilla que se encuentra a la derecha del presbiterio y que se cierra por reja de 1609.
Retablo de “Ntra. Sra. de la Salud”, de estilo mudéjar, se encuentra presidido por imagen titular atribuida a José Luján Pérez de primeros del siglo XVI.
Retablo de “Ntra. Sra. de Las Nieves”. Situado en la capilla sacramental es obra del siglo XVIII y se encuentra presidido en su camarín por imagen titular acompañada por efigies de “San Roque”, “San Sebastián”, "San Ignacio" y "Santo Tomás de Aquino" y sobre el ático, un “Niño Jesús”.
Retablo de la “Hermandad de las Tres Caídas”, de estilo barroco del siglo XVIII, se encuentra presidido por imagen titular obra de Ruiz Gijón (1687) y flanqueado por “San Isidoro” y “San Leandro”, esculturas de Cesáreo Ramos (1805) y sobre el ático, efigie de “San Francisco de Paula” del siglo XVII. En un lateral de la capilla de esta hermandad se encuentra una hornacina donde se aloja “Simón Cirineo”, talla que acompaña al Nazareno en procesión realizada por Ruiz Gijón (1687). Al lado derecho del retablo se sitúa altar de “Ntra. Sra. de Loreto” obra del siglo XVIII cotitular de la hermandad.
Retablo de “San Pablo y San Antonio Abad”, pintura sobre tabla de Pedro de Campaña (1560).

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