jueves, 5 de enero de 2012

Mena, Málaga


Pontificia y Real Congregación del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas y Nuestra Señora de la Soledad


Málaga


datos historicos


La Congregación de Mena es el resultado de la fusión, en el verano de 1915, de la Antigua Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, con la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas.


La Cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad había sido fundada a mediados del siglo XVI al amparo del entonces Convento de Santo Domingo. La orden dominicana no tardó en ceder los terrenos necesarios para que se levantase capilla y panteón propios (1579). De su solemne y severa procesión el Viernes Santo, a la que asistían el Ayuntamiento, dirá el historiador Medina Conde que era “el simulacro de la mayor veneración del pueblo”. De la pujanza de la hermandad en la época Moderna nos hablan, tanto la pertenencia a la misma de la nobleza local, la creación bajo su tutela de la Hermandad de Arcabuceros, así como la obtención, a partir de 1756, de la “Misa de Privilegio” a celebrar cada Sábado Santo por la demostrada intercesión de su Sagrada Titular en el salvamento de la tripulación de una fragata de la Armada Española. Durante todo el siglo XIX quedan demostrados, tanto la pujanza y continuidad en los cultos y procesiones, como la incorporación a la nómina de hermanos de la alta burguesía local.

Mucho más reciente y humilde en sus orígenes sería la Hermandad del Stmo. Cristo de la Buena Muerte, creada en 1862. Hito decisivo sería el descubrimiento primero, y la permuta después de su originario crucificado titular por el incomparable Cristo atribuido a Pedro de Mena,.procesionándose por primera vez en 1883. Sin embargo, este empuje cofradiero resultó flor de un día. Quedó, no obstante, un legado y un enigma histórico-lingüístico, acuñándose el término “menoso”.


El 16 de junio de 1915 las dos hermandades celebraban sendos Cabildos Generales por separado. Pocos meses más tarde, el 22 de agosto del mismo año se constituía en Santo Domingo de forma oficial la Real y Pontificia Congregación de Culto y Procesión del Stmo. Cristo de la Buena Muerte y Ntra. Sra. de la Soledad, aprobándose los primeros estatutos de la misma que redactó su primer Secretario General José María Revello Cázar y siendo elegido por aclamación primer Hermano Mayor Ricardo Gross Orueta.

Los años finales del siglo XX y el inicio del XXI han venido marcados por los mandatos como hermanos mayores de Alvaro Mendiola (1993-2002) y Cayetano Utrera (2004-2008). Tras vencer grandes dificultades económicas iniciales, estos años ha venido marcados por grandes logros materiales e institucionales tales como la imposición de la medalla de oro a S.M. el Rey, la visita del Príncipe de Asturias, el traslado al puerto del Cristo para recibir a la Agrupación Canarias, la rehabilitación de Italcable, la restauración del trono del Stmo. Cristo por Ruiz Liébana y la recreación del de la Virgen según proyecto de J. Castellanos por A. Ibáñez y su equipo; el reconocimiento por el arzobispo castrense de España de nuestra unión especial con las Fuerzas Armadas así como la celebración del 250 aniversario de la vinculación de la Soledad con la Armada.


imagenes


La imagen del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas fue bendecida en 1942, año en que se produjo su primera salida procesional, LA talló el escultor malagueño Francisco Palma Burgos.


La escultura, costó 30.000 de las antiguas pesetas y sufragadas por un grupo de congregantes.

Es lo que algunos han llamado la recreación admirable de lo único, la recreación del Cristo de Mena, aunque no es una copia exacta.


El conjunto de esta representación pasionista lo completa la figura de María Magdalena, que arrodillada, llora desconsolada a los pies del Santísimo Cristo. No puede comprender como Jesús ha acabado en la cruz. También obra de Palma Burgos en 1945, forma el Calvario tradicional anterior a 1931 y presenta una larga cabellera suelta sobre la que circunda una aureola. En 2006 fue restaurada por Estrella Arcos, que llevó a cabo una profunda labor para devolverle todo su esplendor original.


La Virgen de la Soledad era una dolorosa del siglo XVIII, titular de la antigua hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, al amparo del convento de Santo Domingo. Realizaba su salida procesional el Viernes Santo y asistían el Concejo y todos los nobles de la ciudad. Hay que reseñar la obtención de la ‘Misa de Privilegio’ a celebrar cada Sábado Santo por la intercesión de la Virgen en el salvamento de la tripulación de una fragata de la Armada española frente a las costas malagueñas. Momento en el que nace una vinculación de Nuestra Señora de la Soledad y la Armada, Hermano Mayor Honorario de la cofradía, que en 2006 se conmemoraron los 250 años con diversos actos.

Esta Dolorosa se procesionó hasta 1943 que fue sustituida por la talla actual, otra Dolorosa adquirida en Antequera y que data del siglo XVIII. El nuevo trono fue un diseño del congregante Enrique Ruiz del Portal, y en 1948 se estrenó el manto bordado en oro fino con dibujos, orlas y remates de estilo barroco sobre terciopelo negro, realizado en los talleres de Leopoldo Padilla. Fue restaurado por el bordador malagueño Juan Rosén en 1979.


pasos procesionales


Cristo va sobre un trono de singular diseño.Francisco Palma Burgos lo realizó en 1943 con una estructura troncopiramidal,y un frente dotado de un cornisamiento curvado, con cuatro hachones en sus esquinas, en palabras del profesor Agustín Clavijo, y de madera tallada, dorada y policromada en estilo neobarroco. De esta forma, se establece un conjunto armónico perfecto que realza la imagen. Hay que destacar los iconos que aparecen en los laterales: los bustos de Santo Domingo de la Calzada y la Dolorosa. Del mismo modo que el escudo de la Congregación en el frontal y el de La Legión en la parte trasera. En 2001 el trono fue restaurado por Rafael Ruiz Liébana, con la consolidación, reposición y dorado de sus partes.



el nuevo trono de la Virgen que se estrenó el Jueves Santo de 2006. Esta nueva pieza artística fue tallada por el tallista sevillano Antonio Ibáñez Vallés interpretando el diseño de Jesús Castellanos. El dorado correspondió a Manuel Calvo Carmona. Presenta la misma forma del anterior trono, especialmente por la circunstancia de respetar la colocación del palio ochavado, y por exigencias de la cofradía, que deseaba mantener el estilo único del trono en Málaga. Está realizado en roble real, dorado con oro fino de ley.










Hábito Procesional


Las túnicas son DE Terciopelo negro y cíngulo blanco.


estación de penitencia: JUEVES SANTO

casa hermandad: Pasillo de Santo Domingo, 16 · Málaga

enlace: MENA


Su Templo

Parroquia de San Carlos y Santo Domingo de Guzmán.


Iglesia del Convento de Santo Domingo del Real fundado por la orden de los Dominicos tras la conquista en 1494. Las sucesivas inundaciones del Guadalmedina, la invasión francesa y desamortizaciones del s. XIX, así como los sucesos de 1931 destruyeron gran parte de su patrimonio. Existían varias capillas con Jesús del Paso y María de la Esperanza; Santísimo Cristo de Mena y Virgen de la Soledad; la Virgen del Pozo y Santo Tomás de Villanueva con la pila bautismal; Nuestro Padre Jesús de la Humildad y la de la Beata Juana Aza y de Jesús de la Columna, Prendimiento, Rescate, Santo Domingo de Guzmán y Santa Rosa. También había un altar con una talla de Pedro de Mena a la Virgen de Belén, y dos retratos de Fray Alonso Enríquez Obispo de Málaga, obra de Alonso Cano.

El convento y la iglesia fueron embellecidos a lo largo de los siglos con numerosas obras de arte, la mayoría perdidas en la actualidad.


Una de las primeras en desaparecer fue el retablo realizado por Francisco Pacheco en 1622, ya que fue sustituido por otro de estilo barroco en el siglo XVIII. El retablo estaba presidido por la Virgen de la Encarnación y rematado por un crucifijo a los pies del cual se encontraban, la Virgen, San Juan y Maria Magdalena.


La sillería del coro realizada en 1564 pasó al Seminario Diocesano a comienzos del siglo XX y allí se conserva casi en su totalidad
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Fray Alonso de Santo Tomás, dominico y Obispo de Málaga, encargo dos grandes piezas a Pedro de Mena, la Virgen de Belén y la iglesia y el llamado Cristo de Mena, que ocupó la sala "De Profundis", donde los frailes rezaban cada día por los difuntos. Ambas piezas desaparecieron en el incendio de Mayo de 1931, así como los retablos y las imágenes que los decoraban.


También decoró el claustro y la iglesia con cuadros con la vida de Santo Tomás, algunos realizados por Alonso Cano y desaparecidos con la desamortización.


De gran valor debió ser la biblioteca conventual que desapareció con la exclaustración y de la que no quedo rastro de su destino último.


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