Ilustre
y Lasaliana Hermandad Sacramental de la Santa Cruz y Cofradía de
Nazarenos de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo,
Nuestra Señora de la Aurora y San Juan Bautista de la Salle.
Sevilla
datos
historicos:
En
la antigüedad distintas cofradías celebraban el Domingo de Pascua
con una solemne procesión del Resucitado. Se encargaron valiosas
esculturas a imagineros afamados, como en el caso de la del Dulce
Nombre de Jesús a Jerónimo Hernández, en 1583. La hermandad de la
O concertó, en 1618, otra efigie del Resucitado con Pedro Díaz de
la Cueva. También poseían otras imágenes las hermandades del Santo
Entierro y la Soledad, que lo sacaban el Domingo de Resurrección. La
del Buen Fin, en la gloriosa festividad de la Pascua, celebraba
solemne función al igual que otras muchas.
En
Sevilla dejó de organizarse esta procesión. Los antiguos alumnos
del colegio La Salle, continuadores de las Escuelas de San Luís,
fundada en 1765, decidieron dar vida a una procesión de penitencia
que cerrase el ciclo de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor
Jesucristo. En 1969 encargaron a Jesús Santos Calero una imagen de
la Virgen en la advocación de la Aurora.
En
título inicial fue la Santa Cruz, Resurrección de Cristo, Nuestra
Señora de la Aurora y San Juan de la Salle. Se presentó el proyecto
en 1971 siendo rechazado por el señor fiscal del Arzobispado,
extendiendo en su diligencia que el Acto público penitencial era
incompatible con el espíritu litúrgico de la Pascua de la
Resurrección. Ordenadas nuevas reglas, con el carácter de Gloria,
la Vicaría las aceptó el 19 de marzo de 1972.
Un
año después, sería bendecida la imagen de Jesús Resucitado que
talló Francisco Buiza y que ese mismo año saldría en procesión
por su barrio. En 1978 Dubé de Luque tallaría una nueva imagen de
la Virgen de la Aurora, cuyo rostro carece de dolor. En 1982 fueron
por primera vez fueron a la Catedral, pero sin embargo no pudieron
hacer la carrera oficial debido a la lluvia.
En
la Semana Santa de 1992 salió por primera vez la Virgen bajo palio.
La cofradía residió en la capilla de la Salle, hasta que en 1987 se
trasladó a la iglesia de Santa Marina.
Imagenes:
El
Señor Resucitado es de Francisco Buiza (1973). Fue restaurado en
1994 por Juan Manuel Miñarro López. Francisco Buiza también es el
autor del ángel (1975).
La
Virgen fue realizada por Antonio Dubé de Luque en 1978.
sus
pasos:
En
el primer paso se representa el Misterio de la Sagrada Resurrección
de Nuestro Señor Jesucristo, quien se eleva victorioso desde el
sepulcro; a su lado, un ángel muestra la escena a los fieles. El
paso, de estilo neobarroco, es de madera dorada y policromada, obra
del tallista José Martínez, dorada por Luis Sánchez Jiménez. En
la canastilla figuran relieves con escenas evangélicas posteriores a
la Resurrección de Jesucristo. Se ilumina con seis candelabros de
guardabrisas. Los faldones son de José Ramón Paleteiro.
En el segundo paso aparece la imagen de Nuestra Señora de la Aurora. El trabajo de orfebrería, a partir del diseño de Antonio Dubé de Luque, es obra de los Hermanos Delgado López, autores también de la corona de plata sobredorada que porta la imagen. Los singulares respiraderos llevan en sus esquinas las efigies de los cuatro Evangelistas; en el frontal, la Inmaculada Concepción y en los laterales, las Imágenes de San Juan Bautista de la Salle y Santa Marina. Palio, faldones y manto rojos, bambalinas en malla de oro y demás labores de bordado están realizadas en los talleres de José Ramón Paleteiro Bellerín. En la delantera del paso figura una reliquia de San Juan Bautista de La Salle.
En el segundo paso aparece la imagen de Nuestra Señora de la Aurora. El trabajo de orfebrería, a partir del diseño de Antonio Dubé de Luque, es obra de los Hermanos Delgado López, autores también de la corona de plata sobredorada que porta la imagen. Los singulares respiraderos llevan en sus esquinas las efigies de los cuatro Evangelistas; en el frontal, la Inmaculada Concepción y en los laterales, las Imágenes de San Juan Bautista de la Salle y Santa Marina. Palio, faldones y manto rojos, bambalinas en malla de oro y demás labores de bordado están realizadas en los talleres de José Ramón Paleteiro Bellerín. En la delantera del paso figura una reliquia de San Juan Bautista de La Salle.
Estacion
de penitencia:
domingo de resurección
su
templo:
Iglesia
de Santa Marina y San Juan Bautista de La Salle.
Situado
en la calle San Luis, este templo es considerado como uno de los más
antiguos de Sevilla. La construcción primitiva de dos de sus
capillas laterales puede datarse alrededor de 1265, por los azulejos
encontrados en ambas, que corresponden a tales fechas. La torre es de
comienzos del siglo XIV y el cuerpo principal de mediados de ese
siglo. Las primeras noticias fiables datan de 1356, año en el que un
terremoto obligó a la reedificación o reparación del templo,
siendo Rey de Castilla don Pedro I.
La
parroquia fue puesta en 1252 bajo la advocación de Santa Marina,
santa medieval sobre la que corrían distintas leyendas; una de ellas
la hace hija de un viudo que ingresa en un monasterio sin querer
desprenderse de su hija, a la que disfraza de niño. Años más
tarde, Marina, que profesa bajo el nombre de Hermano Marín, recibe
una falsa acusación de violación, pero para no dejar a su padre en
evidencia, acepta ser expulsada del convento y cuidar de su supuesto
hijo. Tras su muerte, se conoce toda la historia y se la honra por su
humildad, fidelidad, y valor hasta el heroísmo. La otra historia de
Santa Marina (identificada con Santa Margarita) corresponde a la
doncella gallega que no quiere someterse a los deseos del gobernador
romano Olibrio, quien por ello la encierra; a la espera del martirio,
pide a Dios se le aparezca el demonio que la atormenta; éste acude
en forma de dragón, que se traga a Margarita, pero ella sale sin
daño de su vientre esgrimiendo una cruz. Muere mártir.
Durante
siglos fue Santa Marina sede de una parroquia de grandes contrastes,
pues convivían parroquianos pobres (de donde proviene su perpetua
falta de medios económicos) con vecinos nobilísimos (de donde
vienen sus notables enterramientos). Coincidiendo con una época de
decadencia económica y social, Santa Marina se transforma en el
siglo XVIII, rehabilitándose varias capillas, que albergaron a, por
lo menos, cuatro Hermandades: la Sacramental y de Ánimas, la
Mortaja, la Divina Pastora y Nuestra Señora del Destierro. El
terremoto de Lisboa (1755) provoca continuas grietas y reparaciones.
En
1864, un pavoroso incendio obliga a su cierre durante cinco años,
período en el que los avatares políticos amenazan, incluso, con su
derribo. Perdida, más tarde, su condición de sede parroquial, que
compartió unos años con San Marcos y desde principios del siglo XX
con San Julián, un nuevo incendio, en 1936, la deja en estado de
ruina durante casi 30 años y sin uso hasta 1981.
El
15 de octubre de ese año es cedida de forma exclusiva a la Hermandad
de la Resurrección, aunque un tercer incendio aplaza los planes de
ocupación. La primera fase de la restauración finaliza en 1987,
produciéndose el traslado de la Cofradía el día 7 de abril de
dicho año, día en el que el Sr. Arzobispo de Sevilla añade a la
histórica advocación de Santa Marina la de San Juan Bautista de La
Salle, titular de la Hermandad. Tras una segunda fase de
restauración, el traslado se hizo definitivo en 1991.
El
edificio responde a una peculiar síntesis entre el gótico burgalés
y el mudéjar bajoandaluz, y se va a constituir en prototipo del
templo parroquial sevillano bajomedieval. Destaca por su aspecto
austero y diáfano, y por el marcado sentido de verticalidad y
elevación ascensional de su perspectiva interior; fruto todo ello de
las corrientes espirituales y místicas tanto cristianas como
musulmanas que inspiraron su diseño.
El
ingreso principal se sitúa en la calle San Luis; es de piedra y
consta de un alero superior y ocho arcos ojivales; el conjunto se
decora con puntas de diamante, zig-zag y variada escultura: relieves
de la Titular, cabezas de leones, zoomórficas, humanas, hojas de vid
y otros motivos.
El
ábside es ochavado, con contrafuertes y ventanas ojivales geminadas.
La portada del muro del Evangelio es apuntada y se decora con labor
de tracería calada de lazo. La de la Epístola es de ladrillo y
forma un cuerpo con tres arcos apuntados. La torre, adosada al templo
a los pies de la nave del Evangelio, es de planta cuadrada y de
fábrica de ladrillo.
La
planta es de salón y consta de tres naves separadas por arcadas de
arcos apuntados de ladrillo, apoyados en pilares cruciformes; la
central es más más ancha y alta, terminada en ábside poligonal;
con capillas laterales añadidas. La nave central se cubre con
alfarje; las laterales con colgadizo y las capillas con bóvedas.
La
capilla mayor tiene planta poligonal y presenta en su eje una pequeña
desviación hacia el sur con respecto al de la nave central. Se cubre
con bóveda de nervadura de tres tramos y se ilumina por tres vanos
ojivales geminados.
La
capilla adjunta a la mayor o capilla sacramental se cubre con bóveda
gallonada, con pechinas de bovedilla y apea sobre arcos con capiteles
corintios y fustes de mármol. La primera de la nave del Evangelio,
de los Cárdenas hasta 1702 y de la Divina Pastora hasta 1936, es
también de planta cuadrada y cubre con media naranja sobre trompas;
en su casquete hay restos muy deteriorados de pinturas dieciochescas.
La
tercera de la misma nave, junto a la entrada de la torre, tiene
bóveda moderna, gallonada, y en ella se sitúa la antigua pila
bautismal, de mármol blanco. Por último, la Capilla de la Aurora,
antigua Capilla de la Piedad, sede que fue de la Hermandad de la
Sagrada Mortaja, responde como la sacramental al modelo de "qubba"
islámica, o capilla funeraria, lo que se refuerza por su cúpula
espléndida decorada con lacería de ladrillo y yesería mudéjares,
que la catalogan entre las más exquisitas de la ciudad.
El
Señor Resucitado ocupa el altar mayor, de construcción provisional,
en el amplio y diáfano espacio del ábside. Nuestra Señora de la
Aurora recibe culto en su capilla referida, en cuyo muro norte se
abre un espacio rectangular donde se halla expuesta la imagen del
ángel anunciador. En la primera capilla del Evangelio se encuentra
la imagen de María Santísima del Amor, propiedad de la Hermandad,
que fuera primitiva imagen de la Aurora; provisionalmente se ubica en
esta misma capilla el Sagrario, hasta que se rehabilite la
sacramental. La imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, de Dubé de
Luque, recibe culto en el muro del Evangelio, junto a la puerta de la
primera capilla. En la cabecera de la nave de la Epístola se halla
un lienzo de San Juan Bautista de La Salle (Roberto García-Tapial,
1998), enmarcado en meritoria cornucopia atribuida a Francisco Buiza
y en la cabecera de la del Evangelio se ubica un cuadro de la Divina
Pastora, de autoría y fecha desconocidas. La Hermandad tiene
previsto realizar imágenes escultóricas de Santa Marina y de San
Juan Bautista de La Salle.
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