Real
e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos del
Santísimo Cristo de la Victoria, Nuestra Señora de la Paz y San
Rafael Arcángel
Datos
Historicos
La
Cofradía es creada en 1943 por iniciativa de algunos miembros de la
Hermandad de Caballeros Mutilados y Excombatientes en la Guerra
Civil, en concreto Juan Caballero Lama, Gregorio Requejo González y
Juan Cerisola Rojas. Hace su primera estación de penitencia ese
mismo año, sumándose la actual Virgen de la Paz al siguiente. El
Cristo de la Victoria es una talla de León Ortega de 1945, los
sayones son del mismo autor de 1953, y también lo es la Virgen de la
Paz, realizada en 1944.
El
Cristo de la Victoria es de León Ortega año 1945, los sayones son
del mismo autor año 1953.
la
Virgen de la Paz es obra de León Ortega de 1944, restaurada por
Alvarez Duarte en 1993.
Pasos
Procesionales
El
Paso de Misterio es de estilo neorocalla es tallado por Miguel Llácer
en 1948 y el dorado de los Talleres de Carmen de Sevilla. Muestra
cartelas con pinturas de Antonio Brunt y Pedro Gómez con candelabros
de guardabrisas del Taller de Ntra. Sra. del Carmen de Sevilla de
1992.
Las
bambalinas son obra de Rafael Infantes (2003-2006), mientras que el
techo de palio es obra de Francisco Contioso, que aún se mantiene
del conjunto anterior. También posee manto de terciopelo blanco
bordado con castillos y leones que no procesiona.
Habito
procesional
La
del Cristo es blanca con capa de raso blanco, con cíngulo y morrión
negro y la de la de la Virgen se diferencia por tener el morrión en
raso celeste al igual que el cíngulo.
Estación
de Penitencia: Domingo de Ramos
Su
Templo
Parroquia
de San Sebastián.
Derribada
la ermita del Santo Patrón en 1931, con el propósito de
reedificarla en otro lugar y no ser obstáculo al ensanche de la
ciudad, se llega a un periodo difícil para hacerla realidad. Primero
por la llegada de la República, tan alejada a las manifestaciones y
culto católico; luego, la Guerra Civil y un periodo de crisis tras
la posguerra. Pero cuando la ciudad comienza a despertar de las
miserias que provocó la guerra, se vuelve a hablar de la necesidad
de una nueva ermita para el Patrón. Mientras tanto, San Sebastián
se hallaba al culto en unas dependencias del antiguo cementerio,
convertida en improvisada ermita, que poco o nada favorecía el culto
al glorioso mártir.
La
primera reivindicación que encontramos de la necesidad de la ermita
es en Odiel, en el artículo La ermita del Santo, que se firma en
1945 bajo el seudónimo de El Capitán Araña. En el mismo se lamenta
de esta situación y recuerda que …tuvo en tiempos una estartalada
y fea capilla a la entrada del viejo cementerio, pero aquello se
destruyó con muy buen acuerdo, y hasta la fecha no se ha hecho nada
sobre la capilla de San Sebastián. Así las cosas, dice que la nueva
escultura de Pérez Comendador, la tan celebrada imagen no se
veneraba en ningún altar y pasaba el año «almacenada» en lo que
se construyó para depósito de cadáveres en el viejo cementerio.
Solamente recibía culto en San Pedro para su festividad y de nuevo
llevado procesionalmente a su «almacén» en donde pasaba todo el
año. Este cúmulo de circunstancias originaba también una situación
incómoda a los onubenses cuando por nuestra ciudad llegaba algún
forastero preguntando por la capilla del Santo, como era el caso que
relata El Capitán Araña y que da pie a su reivindicación: Esta
inesperada indignación del forastero, hizo nadar en mí, el deseo de
que debíamos los hijos de Huelva, levantar una capilla o ermita a el
Santo Patrón, donde pudiera durante todo el año recibir las
oraciones de los hijos de Huelva, que fueran a sus plantas a implorar
su auxilio o darle gracias por los favores recibidos. No olvida
tampoco la forma de hacerlo realidad, viendo para ello el mejor
camino el de la movilización ciudadana y no esperar a que fuera el
Ayuntamiento el que tomara la iniciativa, a éste se le solicitaría
un terreno del antiguo cementerio y algún arquitecto local que
realizara el proyecto. El apoyo a la idea no se hizo esperar y la
prensa de Huelva publica que para hacer realidad este proyecto, en el
barrio de San Sebastián nace la idea de crear una hermandad y varios
gestores municipales asumen esta iniciativa.
Pero
la idea, sin duda, aunque no olvidada se desvanece en el tiempo. Las
reivindicaciones continúan, sin duda serían las que hacen posible
que el proyecto se llegara a ejecutar. De esta forma, e120 de enero
de 1952, Flery comenta en Odiel que estas fiestas vuelven a suscitar
un viejo problema, que no es otro que el de la erección de una
decorosa ermita al santo, inexplicablemente inexistente ahora, punto
en que una y otra vez hemos insistido. Consideraba, de este modo, que
si este año hacemos al fin el propósito de trabajar eficientemente
por la solución de este problema, brindaremos a nuestro Patrón el
mejor y más efectivo obsequio en su honor. En el pueblo de Huelva
latía un deseo de que en el plazo más brevemente posible y oportuno
se aborde la obra constructiva de la nueva capilla del Santo, ya que
el sitio donde actual y provisionalmente se le tiene, es inadmisible
como morada adecuada y correspondiente a la alta dignidad y
prerrogativas del Santo. Lógicamente, uno de los objetivos que
movían a solicitar la nueva capilla era que estuviera abierta al
culto frecuentemente y foméntese las prácticas piadosas en honor de
San Sebastián bendito, a cuyo efecto su hermandad dará fe de
resurgimiento y vida hasta encauzar, lo más convenientemente posible
a los fines espirituales, los fervores del pueblo onubense hacia su
bendito Patrón. En la conciencia de todos estaba presente la
necesidad de un nuevo templo y así, cuando en años anteriores se
hablaba de la procesión se indicaba que era trasladada desde su
ermita a San Pedro, cuando en verdad sólo era un viejo depósito de
cadáveres, ahora, al menos es curioso destacar que Odiel deja
siempre bien claro que iba a su provisional ermita, sin duda, una
forma de presionar sobre el tema. La crítica al estado en que se
encuentra San Sebastián es bien dura, nuevamente es Flery quien, en
1956, lo reivindica denunciando que no tiene tampoco San Sebastián
casa propia, porque «vive recogido» y como de prestado en una
repulsiva dependencia, cual es, quiérase o no, la que sirvió de
depósito de cadáveres y sala de autopsias en el antiguo cementerio.
No se entendía tampoco, que la nueva imagen de San Sebastián, que
había merecido todos los elogios de la crítica de Madrid, aquí se
encontrara poco menos que arrumbada, para ser vista allá en una sala
que estuvo destinada a los muertos. Se conocía la intención
municipal de edificar un nuevo templo, pero mientras tanto se pensaba
que por devoción o por simple decoro debe estar y dársele culto en
otro lugar más adecuado; pero no, la imagen permaneció en su ermita
provisional, en su barrio y cercana a su gente. La respuesta, y
positiva por cierto, no hizo esperar al incisivo Flery. Al final de
la procesión del 20 de enero del 56, en el ágape ofrecido por la
Tertulia Litri y que estuvo presidido por el alcalde Antonio Segovia,
el teniente alcalde Juan Caballero Lama dio a conocer, sorprendiendo
a todos muy gratamente, una iniciativa del alcalde, todavía inédita,
referente a la construcción de una ermita para el culto de San
Sebastián, en la plaza de la Soledad. El alcalde reconoce que es
triste que todos los años llevemos a San Sebastián a encerrar en un
cementerio. Efectivamente al Santo no se le tributa culto. Además
expone su iniciativa de construir una capilla al efecto en la plaza
de la Soledad, ya que esta, por su declive, nunca contribuirá al
hermoseamiento de la vía pública. Pedía la ayuda de todos, no sólo
era a su entender tarea del municipio: Quiero que dicha iniciativa
nazca con vuestro calor y entusiasmo y que, para hacerla viable con
la mayor eficacia se constituya un Patronato con miras a la
construcción de la citada ermita, donde adosada a la misma, puede
establecerse la Asociación Onubense de Caridad que recoja y encauce
cuantas donaciones hace el Ayuntamiento a todas las entidades
benéficas de Huelva. Al final termina su intervención con el deseo
de que el año que viene, podamos sacar procesionalmente a nuestro
San Sebastián de su propia capilla.
A
los pocos días se da a conocer el deseo del obispo Pedro Cantero
Cuadrado de la aprobación de nuevas parroquias, entre ellas la de
San Sebastián, que atendería a unas 10.000 almas y cuyo templo se
proyecta construir en los terrenos del antiguo cementerio. Viene esta
última parroquia a resolver el zarandeado problema de la capilla del
Santo Patrón, pero además se sabe que toda la reivindicación del
pueblo de Huelva lleva a que habiéndose de construir una parroquia
llamada el Buen Pastor, surgió la idea de que fuera ésta la de San
Sebastián, dotándose al Patrón de un templo majestuoso,
diariamente abierto al público, y en el propio lugar donde antes
tuvo su capilla.
Erección
canónica de la parroquia
En
el Boletín Oficial del Obispado de Huelva (BOOH), de febrero de 1956
aparece el decreto de desmembración y erección de treinta nuevas
parroquias y de quince nuevas coadjutorías en la Diócesis de
Huelva, entre las que se incluye la de San Sebastián. El decreto es
del tenor siguiente:
Nos
el Dr. D. Pedro Cantero Cuadrado, por la gracia de Dios y de la Santa
Sede Apostólica, Obispo de Huelva.
Hacemos
saber: Que recientemente creada esta Diócesis por la Bula «Laetamur
vehementer» de su Santidad Pío XII, fechada en Castelgandolfo el 22
de octubre de 1953, y habiendo Nos tomado posesión canónica de la
mima Diócesis, en conformidad con las prescripciones de los Sagrados
Cánones, en el día 14 de marzo de 1954; dado el crecido número de
su población, en aquella fecha de 379.147 habitantes, y el reducido
número de sus 88 parroquias y de sus 40 coadjutorías, ya
presentíamos a Nuestra llegada la necesidad y urgencia de la
creación de nuevas parroquias y coadjutorías, para atender al mayor
bien de las almas que la benignidad del Santo Padre tuvo la dignación
de encomendar a Nuestros cuidados pastorales.
A
medida que, con el tiempo, Nos íbamos conociendo y sintiendo las
necesidades espirituales de las almas y de la nueva situación de la
geografía humana, surgida después del último Arreglo Parroquial de
la Archidiócesis matriz de Sevilla hecho en el año 1910, nombramos
una Comisión Diocesana para estudiar y proponer a Nos un nuevo plan
de Arreglo Parroquial de Nuestra recién creada Diócesis Huelvense,
teniendo a la vista el cuadro general, no sólo de las necesidades
espirituales de la Diócesis, sino también la posibilidades más o
menos inmediatas para atender a aquellas, con el personal del Clero
incorporado a la Diócesis de Huelva desde la fecha de la
incardinación definitiva de los sacerdotes que optaron por
incardinarse en Nuestra Diócesis; al desmembrarse de la
Archidiócesis de Sevilla, hasta el día de hoy.
Resultado
de los trabajos de la citada Comisión Diocesana fue un amplio,
detenido y elevado anteproyecto de un nuevo Arreglo Parroquial para
la nueva Diócesis de Huelva, que Nos reducimos, por ahora a los
límites comprendidos en el decreto actual.
Después
de oír a los Rvdos. Sres. Arciprestes, a los respectivos Rvdos. Sres
Curas Párrocos y a los Consultores Diocesanos que suplían al
Cabildo Catedral, a tenor del canón 423, y previo el dictamen
favorable del Ministerio Fiscal de Nuestra Curia Diocesana, en
relación tanto con el cumplimiento de los trámites y formalidades
que en Derecho proceden, como en lo referente a la demostración
justificada de la existencia de motivos canónicos señalados en los
cánones 1427 y 1428 para la desmembración y erección de nuevas
parroquias.
Teniendo
en cuenta la R. C. de 3 de enero de 1854, el R. D. de 15 de febrero
de 1857, y el artículo XI del novísimo Concordato de 27 de Agosto
de 1953; y vistos los cánones 1427 y 1428, en uso de Nuestras
facultades, venimos en decretar y por el presente decretamos, en
conformidad con la relación ya enviada al Ministerio de Justicia, la
erección de nuevas parroquias y coadjutorías en la forma que a
continuación se expresan.
Entre
ellas aparece la de San Sebastián y el decreto recoge su erección
como sigue:
Nueva
Parroquia de San Sebastián, Mártir.
Población:
Huelva.
Titular:
San Sebastián, mártir.
Categoría:
Término.
Habitantes:
10.000.
Templo:
A construir.
Desmembrada
de la parroquia de San Pedro Apóstol y de la Parroquia del Sagrado
Corazón de Jesús.
Límites:
La
acera de los pares de la calle Fray Juan Pérez, de aquí línea
imaginaria a salir a la calle Marchena Colombo por encima e
incluyendo las Casas de la Diputación, Rotonda del Conquero sigue
por la parte derecha del Camino de la Cinta hasta encontrar el camino
de la finca de la Orden, hasta el recodo grande. Desde este punto una
línea recta imaginaria a encontrar el camino de Cardeñas en el
punto donde se une al mismo, el camino que sale de la finca de La
Orden. Sigue por el camino de la finca de Juan Estefanía a salir a
la carretera del cementerio; cruza ésta y sigue la orilla derecha
hasta el Cementerio, girando sobre la derecha e incluyendo el
Cementerio sigue por el camino cercano al cementerio a enlazar con el
camino de La Jara, sigue a encontrar el camino de Palomeque, por
delante de Viaplana, llegando por el mismo camino a la plaza del
Cementerio Viejo, calle de San Sebastián, las dos aceras, los
números impares, desde el 35 que enlaza con la Calle Fray Juan
Pérez, y los pares hasta el cruce con la calle Mackay y Macdonald, y
de esta calle los números impares, hasta llegar a los límites de la
Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.
De
acuerdo con el decreto de desmembración de nuevas parroquias y
coadjutorías, de fecha 1 de noviembre de 1955, publicado en el BOOH,
en el número correspondiente al mes de febrero de 1956, se
rectifican los límites, quedando asignados de la siguiente forma:
Parroquia
de San Sebastián: Camino de Palomeque. Nuevo trazado de calles hasta
salir en línea recta por la cuesta de San Cristóbal a la A venida
Sundheim. A venida de Federico Mayo. Vía Paisajista, Calle Mackay y
Macdonald. SanSebastián hasta el arranque de la calle Fray Juan
Pérez, etc.
En
testimonio de lo cual expedimos el presente Decreto, firmado de
Nuestra mano, sellado con el de Nuestras Armas y refrendado por
Nuestro Canciller Secretario, en Huelva a treinta de noviembre,
festividad del apóstol San Andrés, de mil novecientos cincuenta y
ocho. Pedro, Obispo de Huelva". Por mandato del obispo, el
canciller-Secretario, Gregorio Martínez.
Un
nuevo decreto de rectificación de límites entre las parroquias de
San Sebastián y del Sagrado Corazón de Jesús se firma, por el
obispo José María García Lahiguera, en 1966. Ello motivado por la
creación de la nueva parroquia de Cristo Sacerdote, desmembrada de
la de San Sebastián y por el crecimiento en edificaciones y
habitantes de la del Sagrado Corazón de Jesús. Ante ello:
Decretamos
que los grupos de viviendas comprendidos entre la Estación de
Servicio de Gasolina de a Cuesta San Cristóbal en la carretera
general de Sevilla hasta la Avenida de Píos XII, pertenecientes a la
Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, pasen a la Parroquia de San
Sebastián, cuyos límites quedan fijados en la siguiente forma:
Partiendo
de los Pabellones de Sub-Oficiales, por la carretera de Sevilla hasta
la Avenida de Pío XII, por medio de ésta sube a la Barriada de
Nuestra Señora de Guadalupe y de aquí en línea recta a la Avenida
José Muñoz de Vargas. De aquí y por medio de esta Avenida, en
línea recta, a encontrar el camino de Palomeque, límite ya de la
nueva Parroquia de Cristo Sacerdote, llegando por este camino hasta
la fachada frontal del Cementerio Viejo, y trazando una línea
imaginaria hasta encontrar el límite de la Parroquia de San Pedro en
el extremo superior de la calle Fray Juan Pérez, baja por medio de
dicha calle hasta la calle San Sebastián, y por ésta hasta la de
Mackay y Macdonald, y de aquí bordeando el cabezo, la Vía
Paisajista y por detrás del Hospital de Riotinto hasta el punto de
partida.
Está
dado en Huelva a uno de mayo de 1966, festividad de San José Obrero,
lo firma el obispo José María García Lahiguera y por mandato,
Gregorio Martínez, canciller-secretario.
Colocación
de la primera piedra
El
acto de la colocación de la primera piedra del templo de San
Sebastián tuvo lugar el domingo 9 de marzo de 1958, «Día del
Papa», con un homenaje singularísimo al creador de la misma (la
joven diócesis onubense), Su Santidad, Pío XII. Consistió en la
bendición de los solares y colocación de las primeras piedras de
dos nuevas parroquias: la de San Sebastián, Patrón de Huelva, y la
de Nuestra Señora del Rocío.
A
la del Santo irán unidas la Casa Rectoral y un gran centro de
Formación Profesional de la Joven Obrera con las especialidades de
Electrotecnia, Radio-difusión, Cine y Artes Gráficas en la sección
de Huecograbado. Por su interés, reproducimos la crónica del acto
recogida en Odiel, edición de 11 de marzo:
Primeramente,
a las 12 del medio día, se celebró el acto de la bendición de la
primera piedra del nuevo templo parroquial que ha de erigirse en
honor del Patrón de la ciudad, San Sebastián, en terreno situado en
la avenida de Federico Mayo y próximo a la Residencia Sanitaria del
Seguro de Enfermedad.
Dicho
lugar aparecía exornado con banderas de España, Huelva y la
Pontificia e invadido por el gentío. Se habían colocado en sitio
bien visible los planos de la soberbia obra que habrá de ejecutarse
en un plazo aproximado de año y medio comprendiendo su conjunto la
parroquia, casa rectoral y todas las dependencias anejas a una
Escuela Profesional de la joven, de gran capacidad material. Los
croquis de las fachadas acusan una extraordinaria belleza
arquitectónica de dichos edificios.
Entre
las autoridades presentes en los actos que reseñamos se encontraban:
El secretario general del Gobierno Civil; gobernador militar, don
Eduardo Martínez Madrano, presidente de la Audiencia, don Alfredo
García-Tenorio San Miguel; delegado de Hacienda, don Augusto Marzal
Andrade; teniente de alcalde, don Juan Caballero Lama, en
representación del alcalde; secretario de la Diputación provincial,
don Guillermo Álvarez Prolongo que ostentaba la representación del
presidente de dicho organismo; teniente coronel de la Comandancia de
la Guardia Civil, don Felipe Ortega González, ingeniero director de
Obras Públicas, don Cristóbal Prieto; delegado provincial del
Ministerio de la Vivienda, don Federico Baza Torrecilla; dean de la
S.I. Catedral, don Julio Guzmán con la mayoría de los canónigos
del cabildo y muchos sacerdotes. Encontrábase asimismo el Seminario,
representaciones de las Comunidades religiosas y de muchas
Hermandades y Cofradías con sus correspondientes banderas. La
llegada del señor Obispo doctor Cantero Cuadrado, fue acogida con
muestras de singular complacencia y afecto, por parte del gentío
allí estacionado.
Bendición
y colocación de la primera piedra: Seguidamente, el prelado se
revistió con los ornamentos pontificales precediendo a la bendición
de los terrenos y primera piedra del magno edificio que va a
construirse.
A
continuación, por el beneficiado maestro de ceremonias de la
catedral, don Juan de la Rosa, se dio lectura al texto del pergamino
que, después de ser firmado por las autoridades y con ejemplares de
las publicaciones Odiel, 'Boletín Oficial del Obispado' y 'Huelva
Católica', así como también de unas monedas, fue encerrado en una
caja metálica que incrustose en una gran piedra de granito. Dicho
pergamino, así como el que después se utilizó con igual ceremonia,
respecto a la parroquia de Nuestra Señora del Rocío, es obra del
gran pintor miniaturista de Huelva, Domingo Franco, que, una vez más,
ha acreditado sus excepcionales facultades para tales obras de arte.
Después
se hizo bajar la piedra hasta el sitio donde quedó fijada, echando
las primeras paletadas de mezcla sobre la misma el doctor Cantero
Cuadrado.
Breve
discurso el presidente diocesano de Acción católica: Acto seguido,
hizo uso de la palabra el presidente diocesano de Acción Católica
don Juan Bonsón, quien manifestó que en nombre de dicho organismo
adheríase al acto que se celebraba, como homenaje de Huelva al Papa,
haciendo ostensible también el agradecimiento de todos a la gran
figura de Pío XII por haber sido este Pontífice quien creó la
diócesis onubense.
Dijo
que, gracias a esto, Huelva cuenta hoy con excelentes instituciones,
tanto de formación espiritual como profesional tales como la Casa de
Ejercicios, Seminario, Casa de Acción Católica y Palacio Episcopal
y también otras al servicio de las humildes, como son las Casas
Hogares ya inauguradas las que dimanan de las Cáritas y Caja de
Asistencia Social y, ahora, la colocación de la primera piedra de la
parroquia de San Sebastián, a cuya sombra se edificará un centro
profesional, realmente maravilloso por sus fines educativos y
laborales.
Agregó
que, además de lo enumerado, hay otras muchas cosas que no se ven
dentro de otras instituciones, altamente beneficiosas y provechosas
en innumerosos aspectos.
Añadió
que, después de todo ello, ya vendrán nuevas obras, que seguramente
han de bullir en la mente del señor Obispo, quien puede tener la
seguridad de que para prestarle la colaboración que sea precisa
tiene a su lado a los católicos de Huelva y muy principalmente a la
gran masa disciplinada de la Acción Católica.
El
señor Bonsón terminó sus sentidas palabras con vivas al Papa, al
señor Obispo y a Huelva que fueron unánimemente contestados
escuchándose también grandes aplausos.
Palabras
del Señor Caballero Lama: El señor Caballero Lama que, como
decimos, representaba al alcalde de la ciudad, don Antonio Segovia,
hizo uso de la palabra, justificando, en primer término, la falta de
presencia física del mismo, aunque más bien la ausencia de su
persona -dijo- porque en espíritu se encuentra aquí entre nosotros
por sus sentimientos de onubensismo y catolicismo, como hace unos
momentos me decía por teléfono, a sólo unas horas de distancia de
nosotros.
Dos
motivos -continuó diciendo- transcendentalmente jubilosos para la
vida de nuestra joven diócesis, nos reúnen en este espacio
maravilloso desde donde se vislumbran nuestra colombina ruta y la
confluencia de las históricas aguas del Tinto y Odiel, nada más y
nada menos, que la siempre emotiva y simbólica ceremonia de la
colocación de una primera piedra para dos nuevas parroquias: la del
choquerísimo título de San Sebastián y la de la Santísima Virgen
del Rocío, la Reina de las marismas, de tan recia y popularísima
devoción en toda la región andaluza.
En
este lugar donde nos encontramos, se elevará un día muy próximo (y
de ello es garantía la actividad, constancia y entusiasmo de nuestro
amadísimo Prelado) la iglesia parroquial de San Sebastián, a cuya
sombra florecerá una importantísima obra social suya que nos habla
mucho de sus inquietudes y afanes de dotar a las clases más modestas
de los medios que exigen los tiempos modernos para su dignificación
moral y material.
Todas
estas razones del más elevado orden espiritual justifican nuestra
presencia en estas bendiciones, pero queremos destacar que hay aun
otra que avalora la presencia de las Cofradías onubenses, en cuyo
nombre también os hablo, y es la de que hace tan sólo 48 horas, las
Hermandades de Penitencia y las de Gloria de Nuestra Patrona la
Santísima Virgen de la Cinta y Nuestra Señora del Rocío, han
fundado la Hermandad de San Sebastián mártir, Patrón de la ciudad
de Huelva, aprobando por aclamación sus primeros estatutos o reglas,
por lo que la vinculación de todos los cofrades a esta nueva
parroquia queda concertada desde su concepción por una feliz
coincidencia en el orden cronológico fundacional.
Inmemorial
es el culto que Huelva consagra a San Sebastián como Patrono. En la
antigua obra del licenciado Juan Agustín de Mora «Huelva
Ilustrada», año 1762, existe constancia de la existencia de la
ermita dedicada al Santo mártir de los siglos heroicos y primeros
del cristianismo. Nosotros hemos encontrado un documento existente en
el Archivo de Protocolos que dimos a conocer en un estudio histórico
sobre las Cofradías onubenses más antiguas que se remonta al año
de 1635 -no de ayer precisamente, sino de 323 años atrás- en que
constaba ya de antiguo esta devoción nuestra al militar de Roma.
Hace ya algunos años hubo un intento de erección de esta Hermandad
de San Sebastián, pero no llegó a gozar vida oficial, por lo que no
obstante la remota devoción y la también considerable de su
patronato sobre la ciudad, es esta que ahora se ha constituido, la
primera Hermandad onubense bajo esta advocación.
Y
aunque aquí debiera terminar no quiero hacerlo sin expresar como
alcalde accidental y representación de esta ciudad de Huelva en
estos solemnes momentos, como también de sus Cofradías, en un acto
público como éste y en una fecha dedicada a la celebración del
«Día del Papa», que individual y colectivamente todos los
onubenses y todos los cofrades queremos testimoniar utilizando como
portavoz a Su Excia. Rvdma., nuestra sincerísima adhesión y
desagravio al Romano Pontífice, haciendo pública y valientemente
declaración de nuestra indignación por las maniobras
antirreligiosas y difamatorias que contra Su Santidad y la Iglesia se
está desarrollando en estos días en Italia.
Onubenses,
gritad todos conmigo ¡Viva el Papa! ¡Viva San Sebastián! ¡Viva la
Virgen del Rocío!
Estos
vítores fueron unánimemente contestados por la concurrencia y don
Juan Caballero, muy aplaudido.
Intervención
del Señor Obispo: Finalmente, hizo uso de la palabra el Prelado,
quien comenzó diciendo que los historiadores del mañana podrán
concretar la importancia del hecho que se estaba realizando y de la
propia creación de la diócesis de Huelva, como una prueba de la
fecundidad religiosa y cultural de la Iglesia.
Dijo
que la colocación de la primera piedra efectuada, era un acto
simbólico de la gran institución que iba a crearse al servicio de
Huelva y de su diócesis, puesto que la fundación de dicha parroquia
tendría una gran repercusión espiritual para las generaciones
onubenses. Se construye este templo para el culto y llenar la vida de
sus feligreses con el mensaje evangélico, porque en torno al mismo
va a crearse un centro de formación profesional obrera, que es, en
su clase, el primero que se constituye en España.
Miles
de presentimientos -agregó- y una ráfaga de esperanza cruzan ahora
por mi mente y encienden mi corazón, porque necesariamente, el amor
y la esperanza son los que construyen. Yo quiero que Huelva salga en
primera fila y vaya en la vanguardia del pensamiento de la Iglesia y
de los católicos modernos. Que aquí vean cuanto formen el mundo del
trabajo que la Iglesia se ocupa de ellos, felicitándoles y poniendo
a su alcance los mejores medios de cultura para evitar el
analfabetismo profesional. Gracias a Dios, así hay que reconocerlo,
el Estado se preocupa hoy, como nunca, de la formación profesional
de los españoles, como así también lo hace la Iglesia.
Insistió
el doctor Cantero en sus empeños de que Huelva, embellecida, se
convierta pronto en una gran urbe.
Aludiendo
a la fiesta que se celebraba, el «Día del Papa», propugnó porque
los católicos onubenses tuvieran un sentido verdadero de la
catolicidad, que es universalista y no aldeana, y que todos, desde el
lugar que se encontraban, deben levantar su corazón hacia el
Vaticano con las más vivas manifestaciones de gratitud al Pontífice,
fundador de la diócesis de Huelva. El doctor Cantero Cuadrado fue
muy aplaudido al terminar su discurso.
Lo
cierto es que la gestión realizada por el primer prelado fue del
todo positiva y los logros muy numerosos, sabiendo poner en marcha a
toda la joven diócesis y con ella, además, satisfacer una de las
demandas más solicitadas por el pueblo de Huelva, un templo para el
Patrón. De seguro, que sin la creación de la Diócesis y sin el
impulso vitalizador del doctor Cantero Cuadrado, esta iglesia o no se
hubiese levantado nunca o hubiera sido postergada de un año para
otro. Así, el reconocimiento a la labor de monseñor Cantero fue
inminente: Nuestro querido prelado, atento siempre y gran propulsor
de las expresiones de piedad popular recogió aquel anhelo, y lo que
parecía un problema para largo tiempo, él supo resolverlo,
encontrándole la apetecida y única solución. Y ahí está la nueva
parroquia de San Sebastián, preciosa en todas sus líneas y bajo
todos sus aspectos, y admirablemente instalada para las atenciones y
cuidados que son de su incumbencia. Tan admirable que causa verdadera
sorpresa que en sólo unos meses, menos de los comprendidos en un
año, haya sido construida y puesta en condiciones de ser destinada
al culto divino, palabras de Flery, seguidor y gran impulsor en la
prensa de esta reivindicación (51).
Bendición
del nuevo templo
La
parroquia quedó terminada para la festividad del Patrón de 1959.
Previa a la bendición del templo, el día 19 de enero
...se
celebró a las seis de la tarde, el traslado procesional del
Santísimo desde la parroquia mayor de San Pedro a dicho templo.- En
la piadosa comitiva figuraban la Adoración Nocturna y muchos
caballeros con cirios.- El Santísimo fue portado bajo palio por el
nuevo párroco de San Pedro, don Manuel Suárez Cáceres, hasta
llegar al final de la feligresía que linda con la de la nueva
parroquia, en que se hizo cargo de la Sagrada Forma el párroco de la
misma, don Emilio Beneyto.- La representación municipal era
ostentada por el teniente de alcalde, delegado de Cultos, don Juan
Caballero Lama.- Detrás del Santísimo iba un numeroso
acompañamiento de mujeres que, durante el trayecto, no cesaron de
cantar motetes e himnos eucarísticos. Y, cerrando marcha, la Banda
Municipal de Música.- Las calles del itinerario que estaban repletas
de público, aparecían con vistosas colgaduras principalmente la de
Mackay y Macdonald, donde el paso de la comitiva eucarística resultó
piadosa en extremo.- Sobre las siete y media llegó el Santísimo a
la nueva parroquia, hermosísima por supuesto, que estaba atestada de
fieles, principalmente de los nuevos feligreses que exteriorizaban su
más viva complacencia por contar con una parroquia que honrar a la
Huelva católica en la máxima expresión del vocablo.-
La
procesión de San Sebastián: A las ocho de la noche se celebró el
traslado del Patrón, San Sebastián, desde su provisional ermita del
antiguo cementerio a su nueva parroquia. Las calles de la barriada de
su nombre lucían la extraordinaria iluminación y el vistoso aspecto
verbenero que es tradicional en estos días, siendo enorme la
afluencia de público que se estacionó a lo largo de las mismas.- La
comitiva procesional se organizó de la siguientes manera: Iba, en
primer término, la flamante banda de cornetas y tambores de la
Policía Municipal, que por primera vez se exhibía ante el público,
causando la agradable sorpresa que es de suponer. - Seguían varias
representaciones de otras tantas Hermandades y Cofradías, con sus
correspondientes banderas.- A continuación iba el artístico paso
con la magnífica efigie del Santo, al que daban guardia varios
números de la citada Policía en traje de gran gala.- De preste
figuraba el párroco del nuevo templo de San Sebastián, señor
Beneyto.- La presidencia oficial estaba constituida por el
Ayuntamiento, presidido por su alcalde, don Antonio Segovia Moreno.-
Seguidamente, aparecía la Banda Municipal de Música. Durante el
trayecto se escucharon vítores en honor del Santo Patrón,
disparándose también muchos cohetes, sobre todo cuando el paso
llegó a la altura de la «Tertulia Litri», donde se quemó una
traca. Cerca de las nueve y media se recogió la procesión en su
nueva parroquia, en medio de la mayor animación y entusiasmo".
Para
el día el Patrón se deja la bendición del templo y sabemos que es
con asistencia del Excmo, Sr. Subsecretario de Justicia, que
representaba al Ministro de su departamento, tuvo lugar el día 20 la
inauguración de la nueva Parroquia de San Sebastián.
Ante
la importancia del acontecimiento, dentro de la historia de la
devoción a San Sebastián, recogemos la reseña completa de la
crónica publicada por el diario Odiel, del miércoles 21 de enero de
1959:
La
misa de medio pontifical: Poco después de las once, llegó a la
nueva parroquia el señor Obispo de la Diócesis doctor don Pedro
Cantero Cuadrado, a quien esperaban ante el cancel, el cabildo de la
Santa Iglesia Catedral y clero de las distintas parroquias e iglesias
de la capital. Siguiendo al prelado iban las autoridades y la
Corporación municipal, bajo mazas. La extensa nave del templo
aparecía abarrotada de fieles. El doctor Cantero pasó a ocupar su
trono en el presbiterio, acompañado de las dignidades catedralicias
don Eusebio Paraíso, don Gregorio Martínez y el vicario general de
la diócesis don Luciano González, canónigo magistral.
A
la izquierda del altar y en sitiales destinados al efecto se situaron
los canónigos y beneficiarios.
La
presidencia oficial aparecía en el testero del templo al lado de la
Epístola: El subsecretario del Ministerio de Justicia, señor Oreja
Elosegui, en representación del ministro, señor Iturmendi;
gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, don Hernán Pérez
Cubillas; gobernador militar; presidente accidental de la Diputación;
comandante de Marina y teniente coronel jefe de la Guardia Civil. Al
lado del Evangelio la Corporación Municipal con el alcalde, señor
Segovia Moreno; el teniente de alcalde de Cultos y el secretario del
Ayuntamiento; presidente de la Audiencia; fiscal; delegado provincial
de Trabajo; delegado provincial de Información y Turismo; ingeniero
director de Obras Públicas, otras autoridades y jerarquías del
Movimiento.
Ofició
la Santa Misa el nuevo párroco de San Sebastián don Emilio Beneyto,
asistido de diácono y subdiácono. De maestro de ceremonias actuó
el de la Santa Iglesia Catedral, beneficiado don Juan de la Rosa.
Cantado
el Santo Evangelio, el señor Obispo se situó ante el altar mayor,
con báculo y mitra, acompañado de las dignidades que le asistían,
pronunciando la siguiente homilía:
Alocución
del prelado: El doctor Cantero Cuadrado comenzó diciendo: «Para
mayor gloria de Dios, para mejor servicio de las almas y en homenaje
al Santo Patrón de Huelva, se ha erigido este templo, que es
testimonio también de gratitud al fundador de esta Diócesis, Su
Santidad, Pío XII. Fue colocada la primera piedra de esta parroquia
y de los edificios que la circundan -salón y cooperativa parroquial,
casa rectoral y escuela profesional de la mujer- en la mañana del
nueve de marzo del año últimamente pasado. Y, después de tantas
dificultades vencidas, dentro de la premura del tiempo, no podemos
por menos de levantar el corazón a Dios por su misericordia con esta
ciudad y con estas barriadas que el celo y la competencia de nuestras
autoridades van levantando».
El
prelado hace extensivo sus testimonios de gratitud a todas las
entidades y cuantas personas han contribuido a la realización de las
obras, que quedarán para siempre y a través de los siglos como
prueba de la fecundidad de la Diócesis de Huelva al servicio de Dios
y de las almas.
Hace
el doctor Cantero un debido encomio de los valores morales que se
asientan en los valores religiosos de la Iglesia; y se extiende en
consideraciones acerca de la parroquia que forma las conciencias y
une a los hombres con los vínculos del amor. Todo -agregó- lo
construye el amor; el odio, a cambio, todo lo convierte en ruinas.
Cuando se siente el amor se construye, y cuando ese amor se cimenta
en la fe de los mártires cristianos, como la de nuestro patrono, es
entonces cuando surgen estas construcciones que tienen un sentido y
un valor de eternidad. «Esta es la victoria, nuestra fe». Esta fue
el triunfo de San Sebastián. Que aquella inscripción sirva para
nosotros como lección que nos da el Santo Patrón para hoy, ayer y
mañana.
Se
refiere después el señor Obispo a la parroquia, considerándola
como a la Iglesia en pequeño, y explicando el concepto de que la
parroquia no es sólo el párroco, sino que es, con éste, los
feligreses de la misma, en tanto que la parroquia será lo que éstos
quieran que sea.
Se
extiende sobre tales conceptos y pide a todos su colaboración para
que sea fecunda la labor del nuevo templo parroquial.
Termina
pidiendo que Dios por intercesión de su Santísima Madre y los
merecimientos del Patrón haga y convierta en torrenteras de su
divina gracia los frutos de la nueva parroquia de San Sebastián.
La
capilla musical estuvo integrada por la «Schola Cantorum» del
seminario que estuvo sencillamente magistral tanto en su conjunto
como en las diferentes cuerdas de voces, acusando una sabia
dirección.
Terminada
la función que, como decimos, resultó solemnísima, el Prelado con
las autoridades observaron muy detenidamente todos los detalles del
templo que honra a Huelva católica y es motivo de las mayores
complacencias por parte de la crecida feligresía de su pertenencia.
La
procesión claustral del Santo: La lluvia que amenazó durante el día
empezó a caer, con intermitencia, desde la siete de la tarde, lo que
no fue óbice para que el público afluyera y cubriera las calles de
San Sebastián, Makay y Macdonald y Federico Mayo para unirse o
presenciar el desfile de la procesión del Patrón, anunciada para
las ocho de la noche. A esta hora arreció la lluvia, haciendo ya
imposible la salida de aquella desde su nueva parroquia. No obstante,
ésta y sus alrededores estaban invadidas por el gentío. También se
encontraban allí la Banda de cornetas y tambores de la Policía
Urbana, con los números correspondientes en traje de gala, que
habían de dar guardia al paso de San Sebastián, y la Banda
Municipal de Música. Asimismo, se hizo presente la Corporación
Municipal bajo mazas con su alcalde, don Antonio Segovia Moreno y
teniente de alcalde, delegado de Cultos, don Juan Caballero Lama.
Después
de esperarse vanamente durante largo rato, por si la lluvia amainaba,
la procesión fue suspendida por acuerdo de las autoridades
eclesiásticas y municipales.
Así
lo dio a conocer desde el presbiterio el párroco don Emilio Beneyto,
quien, previa consulta a la muchedumbre, que, como decimos atestaba
el templo, declaró que la procesión oficial del Santo se aplazaba
hasta el próximo domingo, a las doce del día. Con un estentóreo
viva a San Sebastián fue rubricado el feliz acuerdo.
Con
gran beneplácito también de los fieles, se acordó celebrar una
procesión con las andas de mano del Santo por el interior de la
parroquia.
Así
se hizo, siendo llevadas dichas andas por el alcalde de la ciudad y
delegado de Cultos, ya citados, y otros munícipes. Junto al pequeño
paso iban los guardias en traje de gala, y la Banda de cornetas y
tambores situada en lugar conveniente del templo, dejó escuchar sus
vibrantes notas. Delante del Santo iba el repetido párroco y
coadjutor del templo y, detrás, las autoridades.
La
improvisada procesión claustral salió hasta al porche del templo,
cuando la lluvia arreciaba.
Terminado
el acto, el señor Beneyto pronunció una vibrante alocución, desde
el presbiterio, ponderando y congratulándose de los dos grandes
fervores del pueblo onubense: la benditísima Patrona, Nuestra Señora
de la Cinta, y el glorioso mártir San Sebastián, que tantas gracias
derraman continuamente sobre Huelva.
El
improvisado acto de tan grata reso-nancia, fue rubricado con nuevos
vítores al Patrón San Sebastián.
La
primera salida procesional de San Se-bastián de su nuevo templo tuvo
lugar el domingo 25 de enero de 1959 y como era de esperar, el
vecindario onubense exteriorizó sus sentimientos de fe y devoción
al glorioso mártir, prestando a dicho acto la máxima concurrencia y
el mayor entusiasmo. A la procesión asistió el obispo Pedro Cantero
Cuadrado y una representación municipal.
En
su primer aniversario, en 1960, la parroquia funcionaba a pleno
rendimiento, vive y se mueve con las puertas abiertas por las mañanas
y tardes, para los cultos, pero además cuenta con un magnífico
salón de actos, o salón parroquial para conferencias culturales y
centro de recreo de la juventud de la barriada, hoy en pleno
funcionamiento. A ello se unía el establecimiento de comestibles
que, en régimen de cooperativa, surte a las familias de las
barriadas artículos baratos, buenos y bien pesados. Se unía a esto,
adosado a su parte trasera, formando un gigantesco edificio, la
Escuela Profesional de la Mujer, ambiciosa creación de nuestro señor
obispo, ya abierta a la educación formativa y especializada.
Un
templo unido al ayer y al presente más moderno, como se reflejaba a
los pocos años de su inauguración, donde majestuosa, se recorta la
espadaña en un cielo más azul que nunca. San Sebastián ha
abandonado la capilla del Cementerio Viejo para abarcar a la Huelva
moderna que se le escapaba Tinto arriba.- Ahora se encuentra entre
las dos, la Huelva añosa y solera y la Huelva de las innovaciones
unidas ambas por un lazo de evocación e historia: el callejón de
Montrocal…-A un lado y otro se estira la ciudad, buscando el
nacimiento de los dos rios. En medio, la parroquiade San Sebastián,
antorcha de sol y plegaria.
La
imagen de San Sebastián, que desde el siglo XIX había recibido las
plegarias de los onubenses en el último adiós a sus difuntos,
seguiría manteniendo este vínculo, ya que los funerales de la
mayoría de los fallecidos en la antigua Residencia Sanitaria Manuel
Lois García se celebrarían en su nueva parroquia. Esto ocurrió
hasta la inauguración del nuevo centro hospitalario Juan Ramón
Jiménez, y siguiendo las normas marcadas para los servicios
funerarios en nuestra ciudad del Obispado de Huelva de 29 de
diciembre de 1993, que indican que el oficio funeral se realizará en
la parroquia del domicilio del fallecido.
Hay
que destacar que la calle que se abre al costado de la parroquia de
San Sebastián lleva el nombre del primer obispo de Huelva, el doctor
Pedro Cantero Cuadrado, que fuera nombrado hijo adoptivo de esta
ciudad y que sin duda tiene su nombre puesto al resguardo de una de
sus emblemáticas obras realizadas en nuestra ciudad. Gracias a su
esfuerzo y estímulo además de que San Sebastián contara con un
templo digno, en nuestra ciudad él fue quien construyera los últimos
grandes templos sagrados promovidos por el Obispado.
Clero
de la parroquia
El
primer párroco de San Sebastián fue D. Emilio Beneyto, de 1959 a
1960, año en el que le sustituye D. Pedro Gamero Luque hasta que en
1992 llegara D. Manuel Vázquez Castilleja, que permaneció al frente
de la misma hasta el 7 de septiembre de 2008, vísperas de la fiesta
de Ntra. Sra. de la Cinta, fecha en la que tomó posesión el actual
párroco D. José Antonio Omist López.
Durante
algún tiempo estuvieron en la parroquia los coadjutores D. Juan
Duque, D. Justo Soro y D. Antonio Salas. Mientras que en la parroquia
de San Sebastián fue ordenado diácono, por el obispo D. Ignacio
Noguer, D. José María Asencio Redondo, el 8 de junio de 1996,
desempeñando estas funciones en la iglesia del Patrón hasta 2009.
Mientras,
el cargo de sacristán lo ocupa desde los inicios de la parroquia
hasta hoy el seglar D. José Jurado Vázquez.
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